La salvadora Palabra de Dios: renovación espiritual
Introducción
Jonás 3:1-10: Una vez más, Dios le dice a Jonás que vaya a Nínive y predique al pueblo. Jonás entrega un mensaje breve (versículo 4), la gente atiende la advertencia de Jonás y se arrepiente, y Dios decide no castigarlos.
Lectura para hoy
Nínive se arrepiente
3 El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás, y le dijo: 2 «Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.»
3-4 Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla toda había que caminar tres días. Jonás entró en la ciudad y caminó todo un día, diciendo a grandes voces: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»
5 Los habitantes de la ciudad, grandes y pequeños, creyeron en Dios, proclamaron ayuno y se pusieron ropas ásperas en señal de dolor. 6 Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, también él se levantó de su trono, se quitó sus vestiduras reales, se puso ropas ásperas y se sentó en el suelo. 7 Luego, el rey y sus ministros dieron a conocer por toda la ciudad el siguiente decreto: «Que nadie tome ningún alimento. Que tampoco se dé de comer ni de beber al ganado y a los rebaños. 8 Al contrario, vístanse todos con ropas ásperas en señal de dolor, y clamen a Dios con todas sus fuerzas. Deje cada uno su mala conducta y la violencia que ha estado cometiendo hasta ahora; 9 tal vez Dios cambie de parecer y se calme su ira, y así no moriremos.»
10 Dios vio lo que hacía la gente de Nínive y cómo dejaba su mala conducta, y decidió no hacerles el daño que les había anunciado.
Texto clave para hoy: Jonás 3:8b
Clamen a Dios con todas sus fuerzas. Deje cada uno su mala conducta y la violencia que ha estado cometiendo hasta ahora.
Reflexiona
¿Crees que Jonás todavía era reacio a obedecer a Dios? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Cuál fue el mensaje de Jonás para la gente? ¿Cómo respondió la gente de Nínive? ¿Qué hizo y dijo el rey? ¿Qué te enseña la lectura de hoy acerca de Dios?
Ora
Dios de amor y misericordia, me miras con compasión y estás dispuesto a perdonarme cuando me acerco a ti con un corazón humilde y arrepentido, confesando mis errores. Te agradezco y te alabo por amarme de esta manera. Amén.
Lectura para mañana
Jonás 4:1-11: Jonás se enoja con Dios.