La Palabra de Dios que guía: promesa
17 de junio
Introducción
Isaías 30:19–26: la lectura para hoy se centra en la compasión de Dios, su presencia constante y su voz que guía. Ser guiado por Dios y obedecer las palabras de Dios lleva a ser bendecido y restaurado a Dios.
Versículo bíblico para hoy: Isaías 30:19b
El Señor tendrá compasión de ti al oír que gritas pidiendo ayuda, y apenas te oiga, te responderá.
Lectura
19 Pueblo de Sión, que vives en Jerusalén: ya no llorarás más. El Señor tendrá compasión de ti al oír que gritas pidiendo ayuda, y apenas te oiga, te responderá. 20 Y aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. 21 Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: «Por aquí es el camino, vayan por aquí.» 22 Y despreciarás como cosas impuras tus imágenes de plata y tus ídolos recubiertos de oro. Los rechazarás como algo impuro y los considerarás como basura. 23 El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y la tierra producirá trigo abundante y fértil. En ese día tu ganado tendrá lugar en abundancia para pastar. 24 Hasta los bueyes y los burros que trabajan en tus campos tendrán para comer el mejor y más exquisito forraje. 25 Cuando llegue el día de la gran matanza y caigan las fortalezas, habrá ríos y torrentes de agua en todas las altas montañas y en las colinas elevadas. 26 El Señor curará y vendará las heridas de su pueblo. Entonces la luna alumbrará como el sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete soles juntos.
Reflexiona
Según la lectura para hoy, ¿de qué maneras serán bendecidas las personas? El versículo 20 dice: «Y aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás». ¿Qué opinas sobre este versículo? Reflexiona sobre un momento en el que hayas sentido la presencia de Dios mientras atravesabas un momento difícil en tu vida.
Ora
Dios de amor y compasión, me escuchas cuando clamo a ti. Tu amor constante llena mi corazón de gozo y paz. Busco ser fiel a tus enseñanzas, escuchar tu voz y darte honor y gloria. Oro en tu santo nombre. Amén.
Y ahora, unámonos en alabanza a Dios porque la luz de la Palabra de Dios está siendo compartida en Costa Rica. Señor Dios, gracias a la generosidad de los socios de Una Biblia al Mes, las personas en Costa Rica están escuchando tu Palabra en el idioma de su corazón mediante los cursos de estudio bíblico en audio de la Sociedad Bíblica. Las iglesias locales están invitando a la gente a ver la película «Jesús», y las personas en Costa Rica están aceptando a Jesús como su Señor y Salvador. Te alabamos, Señor Dios, porque tu Palabra está cambiando vidas. Amén.
Lectura para mañana
Isaías 33:10–24: una Jerusalén restaurada y redimida.