Introducción
Lucas 1:1–25: El Evangelio de Lucas comienza con un prólogo en el que el autor expone su intención de escribir «ordenadamente» un relato sobre Jesús. Su narración inicia detallando los eventos relacionados con el nacimiento de Juan el Bautista. En la lectura para hoy, el ángel Gabriel se aparece a Zacarías y le anuncia que, aunque él y su esposa Isabel ya son de edad avanzada, Isabel dará a luz un hijo que deberá llamarse Juan. Debido a que Zacarías responde al mensaje del ángel con duda, queda temporalmente incapaz de hablar. Cuando Isabel queda embarazada, declara que el Señor ha quitado su deshonra pública.
Versículo bíblico para hoy: Lucas 1:15 DHH
“Tu hijo [Juan] va a ser grande delante del Señor… estará lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer.”
Lectura
1 Muchos han emprendido la tarea de escribir la historia de los hechos que Dios ha llevado a cabo entre nosotros, 2 según nos los transmitieron quienes desde el comienzo fueron testigos presenciales y después recibieron el encargo de anunciar el mensaje. 3 Yo también, excelentísimo Teófilo, lo he investigado todo con cuidado desde el principio, y me ha parecido conveniente escribirte estas cosas ordenadamente, 4 para que conozcas bien la verdad de lo que te han enseñado.
5 En el tiempo en que Herodes era rey del país de los judíos, vivía un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente al turno de Abías. Su esposa, llamada Isabel, descendía de Aarón. 6 Los dos eran justos delante de Dios y obedecían los mandatos y leyes del Señor de manera intachable. 7 Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; además, los dos eran ya muy ancianos.
8 Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le tocó el turno de oficiar delante de Dios, 9 según era costumbre entre los sacerdotes, le tocó en suerte a Zacarías entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso. 10 Mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando afuera. 11 En esto se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, de pie al lado derecho del altar del incienso. 12 Al ver al ángel, Zacarías se quedó sorprendido y lleno de miedo. 13 Pero el ángel le dijo:
—Zacarías, no tengas miedo, porque Dios ha oído tu oración, y tu esposa Isabel te va a dar un hijo, al que pondrás por nombre Juan. 14 Tú te llenarás de gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento, 15 porque tu hijo va a ser grande delante del Señor. No tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer. 16 Hará que muchos de la nación de Israel se vuelvan al Señor su Dios. 17 Este Juan irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.
18 Zacarías preguntó al ángel:
—¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy muy anciano y mi esposa también.
19 El ángel le contestó:
—Yo soy Gabriel, y estoy al servicio de Dios; él me mandó a hablar contigo y darte estas buenas noticias. 20 Pero ahora, como no has creído lo que te he dicho, vas a quedarte mudo; no podrás hablar hasta que, a su debido tiempo, suceda todo esto.
21 Mientras tanto, la gente estaba afuera esperando a Zacarías y preguntándose por qué tardaba tanto en salir del santuario. 22 Cuando al fin salió, no les podía hablar; entonces se dieron cuenta de que había tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas; y siguió así, sin poder hablar.
23 Cumplido su servicio, Zacarías se fue a su casa. 24 Después de esto, su esposa Isabel quedó encinta, y durante cinco meses no salió de su casa, pensando: 25 «El Señor me ha hecho esto ahora, para que la gente ya no me desprecie.»
Reflexiona
¿Cómo describe el ángel Gabriel a Juan y su misión (versículos 15–17)? En una sociedad que considera que tener hijos es una bendición de Dios (Salmos 127:3–5), la esterilidad de Isabel se veía como un signo de deshonra pública. Las mujeres sin hijos incluso eran objeto de escarnio (véase 1 Samuel 1:6). El embarazo de Isabel demuestra la gracia de Dios al revertir su situación, pasando de la vergüenza al favor divino. ¿Puedes recordar a otros en la historia de Israel que experimentaron el favor de Dios al concebir un hijo (véanse Génesis 18:1–15; 21:1–8; Jueces 13; 1 Samuel 1)? ¿De qué maneras has experimentado la gracia de Dios?
Ora
Dios santo, enséñame a ser obediente a tu Palabra. Confío en tus promesas. Abre mis ojos a tus bendiciones diarias. Guíame hoy por el camino de tu verdad. Amén.
Lectura para mañana
Lucas 1:26–56: El nacimiento de Jesús es anunciado.