Introducción

Lucas 19:11–27: En la lectura para hoy, Jesús se acerca a Jerusalén (un viaje que comenzó en Lucas 9:51). En respuesta a aquellos que se preguntan si su llegada allí señalaría la aparición inmediata del Reino de Dios, Jesús cuenta una parábola sobre un dinero que un noble entrega a sus siervos. En los tiempos de Jesús, muchos esperaban que el Mesías fuera un gran rey terrenal como David, que vendría a derrotar a los romanos y restaurar la libertad de Israel. La parábola tiene como objetivo moderar estas expectativas. El Mesías, el legítimo gobernante de Israel, recibirá honor solo después de ser rechazado primero. Lo que espera a Jesús en Jerusalén es la crucifixión.

Versículo bíblico para hoy: Lucas 19:11b

[Jesús] ya estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a llegar en seguida.

Lectura

11 La gente estaba oyendo a Jesús decir estas cosas, y él les contó una parábola, porque ya estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a llegar en seguida.

12 Les dijo: «Había un hombre de la nobleza, que se fue lejos, a otro país, para ser nombrado rey y regresar. 13 Antes de salir, llamó a diez de sus empleados, entregó a cada uno de ellos una gran cantidad de dinero y les dijo: “Hagan negocio con este dinero hasta que yo vuelva.” 14 Pero la gente de su país lo odiaba, y mandaron tras él una comisión encargada de decir: “No queremos que este hombre sea nuestro rey.”

15 »Pero él fue nombrado rey, y regresó a su país. Cuando llegó, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. 16 El primero se presentó y dijo: “Señor, su dinero ha producido diez veces más.” 17 El rey le contestó: “Muy bien; eres un buen empleado; ya que fuiste fiel en lo poco, te hago gobernador de diez pueblos.” 18 Se presentó otro y dijo: “Señor, su dinero ha producido cinco veces más.” 19 También a éste le contestó: “Tú serás gobernador de cinco pueblos.”

20 »Pero otro se presentó diciendo: “Señor, aquí está su dinero. Lo guardé en un pañuelo; 21 pues tuve miedo de usted, porque usted es un hombre duro, que recoge donde no entregó y cosecha donde no sembró.” 22 Entonces le dijo el rey: “Empleado malo, con tus propias palabras te juzgo. Si sabías que soy un hombre duro, que recojo donde no entregué y cosecho donde no sembré, 23 ¿por qué no llevaste mi dinero al banco, para devolvérmelo con los intereses a mi regreso a casa?” 24 Y dijo a los que estaban allí: “Quítenle el dinero y dénselo al que ganó diez veces más.” 25 Ellos le dijeron: “Señor, ¡pero si él ya tiene diez veces más!” 26 El rey contestó: “Pues les digo que al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. 27 Y en cuanto a mis enemigos que no querían tenerme por rey, tráiganlos acá y mátenlos en mi presencia.”»

Reflexiona

En la parábola, el noble se va para ser coronado rey (Herodes el Grande y Herodes Arquelao ambos habían ido a Roma para este propósito). Les dice a diez siervos que vean qué pueden ganar con un dinero que les da mientras él está ausente. ¿Qué hace cada uno de los siervos? ¿Cómo responde el nuevo rey? El versículo 14 nos dice que algunas de sus personas no querían que él fuera rey. ¿Qué les sucede a ellos? ¿Cómo podría esta parábola relacionarse con lo que le está sucediendo a Jesús?

Ora

Santo Jesús, te reconozco como mi Mesías y Rey. Pongo mi esperanza y confianza en ti. Guíame en el camino de tu verdad y ayúdame a prestar atención a tu voz y seguir tus enseñanzas. Amén.

Lectura para mañana

Lucas 19:28–48: Jesús entra en Jerusalén.