Introducción

1 Corintios 11:17–34: Muchas tradiciones cristianas observan el primer domingo de octubre como el Domingo Mundial de la Comunión. En la lectura para hoy, el apóstol Pablo dice a la iglesia de Corinto que están deshonrando al Señor debido a la forma en que practican la Cena del Señor. Les recuerda las palabras de Jesús en la noche en que Jesús fue traicionado y los exhorta a someterse a un examen personal antes de participar en la comida.

Versículo bíblico para hoy: 1 Corintios 11:28

Por tanto, cada uno debe examinar su propia conciencia antes de comer del pan y beber de la copa.

Lectura

17 Al escribirles lo que sigue, no puedo felicitarlos, pues parece que sus reuniones les hacen daño en vez de hacerles bien. 18 En primer lugar, se me ha dicho que cuando la comunidad se reúne, hay divisiones entre ustedes; y en parte creo que esto es verdad. 19 ¡No cabe duda de que ustedes tienen que dividirse en partidos, para que se conozca el valor de cada uno! 20 El resultado de esas divisiones es que la cena que ustedes toman en sus reuniones ya no es realmente la Cena del Señor. 21 Porque a la hora de comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y mientras unos se quedan con hambre, otros hasta se emborrachan. 22 ¿No tienen ustedes casas donde comer y beber? ¿Por qué menosprecian la iglesia de Dios y ponen en vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué les voy a decir? ¿Que los felicito? ¡No en cuanto a esto!

23 Porque yo recibí esta tradición dejada por el Señor, y que yo a mi vez les transmití: Que la misma noche que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan 24 y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que muere en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí.» 25 Así también, después de la cena, tomó en sus manos la copa y dijo: «Esta copa es la nueva alianza confirmada con mi sangre. Cada vez que beban, háganlo en memoria de mí.» 26 De manera que, hasta que venga el Señor, ustedes proclaman su muerte cada vez que comen de este pan y beben de esta copa.

27 Así pues, cualquiera que come del pan o bebe de la copa del Señor de manera indigna, comete un pecado contra el cuerpo y la sangre del Señor. 28 Por tanto, cada uno debe examinar su propia conciencia antes de comer del pan y beber de la copa. 29 Porque si come y bebe sin fijarse en que se trata del cuerpo del Señor, para su propio castigo come y bebe. 30 Por eso, muchos de ustedes están enfermos y débiles, y también algunos han muerto. 31 Si nos examináramos bien a nosotros mismos, el Señor no tendría que castigarnos, 32 aunque si el Señor nos castiga es para que aprendamos y no seamos condenados con los que son del mundo.

33 Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros. 34 Y si alguno tiene hambre, que coma en su propia casa, para que Dios no tenga que castigarlos por esa clase de reuniones. Los otros asuntos los arreglaré cuando vaya a verlos.

Reflexiona

¿Qué motivó a Pablo a escribir a la iglesia de Corinto con estas instrucciones? ¿Por qué llama Pablo a la autoevaluación (versículo 28)? En tu tradición de fe, ¿cómo te preparas para recibir la Cena del Señor? Los versículos 23–25 a menudo se conocen como las «Palabras de institución». ¿Qué significan estas palabras para ti? ¿De qué manera la celebración de la Cena del Señor demuestra la unidad cristiana?

Ora

Señor Jesús, en la noche en que fuiste traicionado ofreciste tu cuerpo, quebrantado por nosotros, y estableciste el nuevo pacto de Dios sellado con tu propia sangre preciosa. Cuando participe en esta comida sagrada, que lo haga de una manera que honre a mis hermanos en la fe y, así, te honre a ti. Amén.

Lectura para mañana

Salmos 52: Un salmo del juicio y de la gracia de Dios.