Introducción
1 Juan 1:1–10: La Primera Carta de Juan tiene dos propósitos principales: animar a sus lectores a vivir en comunión con Dios y Jesucristo, y advertirles contra las falsas enseñanzas que podrían destruir esa comunión. La lectura para hoy describe cómo la Palabra de vida de Dios (Jesús) vino a la tierra y fue testificada por aquellos que lo vieron, oyeron y tocaron. Cuando confesamos nuestros pecados a Dios, tenemos la certeza del perdón de Dios y de que Jesús, el justo, intercede por nosotros
Versículo bíblico para hoy: 1 Juan 1:7
Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.
Lectura
1 Les escribimos a ustedes acerca de aquello que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida. 2 Esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes esta vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos ha manifestado. 3 Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén unidos con nosotros, como nosotros estamos unidos con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. 4 Escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa.
5 Éste es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay ninguna oscuridad. 6 Si decimos que estamos unidos a él, y al mismo tiempo vivimos en la oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. 7 Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros; 9 pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos cometido pecado, hacemos que Dios parezca mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.
Reflexiona
La Biblia utiliza la luz para describir a Dios o su palabra (Juan 1:4-5; Salmos 119:105), así como a las personas y cosas que revelan la verdad de Dios (Isaías 49:6). Los seguidores de Jesús también son llamados «hijos de la luz» (Efesios 5:8) y «la luz del mundo» (Mateo 5:14). Vuelve a leer los versículos 5-7. ¿Cuál es tu comprensión de lo que significa vivir en la luz?
Ora
Señor, quiero vivir en tu luz y tener comunión contigo. Perdóname por las maneras en que he fallado en vivir conforme a tu voluntad. Guíame hoy para que mis palabras y acciones reflejen tu amor y luz, y te honren y glorifiquen. Amén.
Lectura para mañana
1 Juan 2:1–17: Jesús es el medio por el cual nuestros pecados son perdonados.