La renovadora Palabra de Dios: Agradecimiento y alabanza

Introducción

Hageo 1:1-15: Hageo fue uno de los profetas que instaron al pueblo a reconstruir el templo. El pueblo había regresado del exilio babilónico (538 a.C.) y habían vivido en Jerusalén por aproximadamente veinte años, pero el templo seguía estando en ruinas. Hageo advierte al pueblo de que su fracaso de reconstruir el templo ha traído sobre ellos las dificultades que estaban experimentando, pero todos esos tiempos difíciles terminarán una vez que la construcción comience.

Lectura para hoy

1En el año segundo del gobierno del rey Darío, el día primero del sexto mes, el Señor, por medio del profeta Hageo, se dirigió al gobernador de Judá, Zorobabel, hijo de Salatiel, y al jefe de los sacerdotes, Josué, hijo de Josadac.

2-3 Y esto es lo que dijo el Señor todopoderoso por medio del profeta: Esta gente dice que todavía no es tiempo de reconstruir mi templo.4 ¿Y acaso para ustedes sí es tiempo de vivir en casas lujosas, mientras que mi templo está en ruinas?5 Yo, el Señor todopoderoso, les digo que piensen bien en su conducta.6 Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen, pero no se sienten satisfechos; beben, pero se quedan con sed; se abrigan, pero no entran en calor; y el que trabaja a jornal, echa su salario en saco roto.7 Yo, el Señor todopoderoso, les digo que piensen bien en su conducta.8 Vayan a las montañas, traigan madera y construyan de nuevo el templo. Yo estaré allí contento, y mostraré mi gloria.9 Ustedes buscan mucho, pero encuentran poco; y lo que guardan en su casa, yo me lo llevo de un soplo. ¿Por qué? Pues porque mi casa está en ruinas, mientras que ustedes sólo se preocupan de sus propias casas. Yo, el Señor, lo afirmo.10 Por eso no cae para ustedes la lluvia, ni la tierra les da sus productos.11 Yo fui quien trajo la sequía sobre los campos y sobre los montes, sobre el trigo, los viñedos y los olivares, sobre las cosechas del campo, sobre los hombres y los animales, y sobre todas sus labores.»

12 Zorobabel, Josué y el resto de la gente sintieron miedo cuando oyeron lo que el Señor les decía por medio del profeta Hageo, esto es, lo que Dios el Señor le había encargado que dijera.13 Entonces Hageo, el mensajero del Señor, les habló en nombre de Dios, diciéndoles: El Señor dice: “Yo, el Señor, lo afirmo: Yo estoy con ustedes.”

14-15 De esta manera animó el Señor a Zorobabel, gobernador de Judá, a Josué, jefe de los sacerdotes, y al resto de la gente, y el día veinticuatro del sexto mes del año segundo del reinado de Darío empezaron a reconstruir el templo de su Dios, el Señor todopoderoso.

Texto clave para hoy: Hageo 1:13

Entonces Hageo, el mensajero del Señor, les habló en nombre de Dios, diciéndoles: “El Señor dice: ‘Yo, el Señor, lo afirmo: Yo estoy con ustedes.’”

Reflexiona

¿Cuál fue el mensaje de Hageo al pueblo? ¿Cuáles fueron las consecuencias de su apatía? ¿Cómo despertó Hageo al pueblo para que se pusiera a trabajar? Dentro de tu comunidad de fe, ¿cómo es inspirada la gente para que lleve a cabo una tarea?

Ora

Señor Dios, perdóname cuando sea apático y no cumpla con tu voluntad. Gracias por tu constante amor y palabras de aliento de tus Escrituras. Inspírame a actuar cuando sea confrontado con una tarea que fomentará la extensión de tu reino. Amén.

Lectura para mañana

Hageo 2:1-23: Se describe el esplendor del nuevo templo.