Introducción

Deuteronomio 16:18—17:13: Los funcionarios públicos son designados para asumir la responsabilidad del orden y la calidad de vida de la comunidad. Moisés instruye a estos funcionarios a ser justos e imparciales en sus juicios. En estos versículos, también leemos acerca de la institución de un tribunal de apelación, donde los sacerdotes levitas tienen la autoridad para emitir decisiones finales.

Versículo bíblico para hoy: Deuteronomio 16:20 DHH

[Moisés dijo:] “La justicia, y solo la justicia, es lo que ustedes deben seguir, para que vivan y posean el país que el Señor su Dios les da.”

Lectura

Reglas para administrar justicia

18 »Nombren jueces y oficiales para todas las ciudades que el Señor su Dios le va a dar a cada tribu, para que juzguen al pueblo con verdadera justicia. 19 No perviertan la justicia; no hagan ninguna diferencia entre unas personas y otras, ni se dejen sobornar, pues el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de las personas justas. 20 La justicia, y sólo la justicia, es lo que ustedes deben seguir, para que vivan y posean el país que el Señor su Dios les da.

21 »No planten ningún árbol para honrar a un ídolo, ni lo pongan junto al altar del Señor su Dios. 22 No levanten piedras de culto pagano, pues esto le repugna al Señor su Dios.

17 »No ofrezcan como sacrificio al Señor su Dios ningún toro ni oveja que tenga defecto o alguna cosa mala, porque eso le es repugnante.

»Si en alguna de las poblaciones que el Señor su Dios les da se descubre que algún hombre o mujer hace lo que al Señor le desagrada, y falta a su alianza adorando a otros dioses y arrodillándose ante ellos, ya sea ante el sol, la luna o las estrellas, que es algo que el Señor no ha mandado, y si llegan a saberlo, investiguen bien el asunto; y si resulta verdad que un acto tan repugnante se ha cometido en Israel, llevarán ante el tribunal de la ciudad a quien haya cometido esta mala acción y lo condenarán a morir apedreado.

»La sentencia de muerte se dictará sólo cuando haya declaración de dos o tres testigos, pues por la declaración de un solo testigo nadie podrá ser condenado a muerte. Los testigos serán los primeros en arrojarle piedras al condenado, y después lo hará todo el pueblo. Así acabarán con el mal que haya en medio de ustedes.

»Si tienen que juzgar un caso demasiado difícil, ya sea de muerte, pleito, heridas corporales o cualquiera otra cosa que ocurra en su ciudad, vayan al lugar que el Señor su Dios haya escogido y pónganse en contacto con los sacerdotes levitas y con el juez de turno para exponerles el caso. Ellos dictarán entonces la sentencia que corresponda al caso, 10 y ustedes la aplicarán siguiendo al pie de la letra sus instrucciones. 11 Hagan todo tal y como ellos lo indiquen, aplicando la sentencia que dicten sin hacerle ningún cambio. 12 Pero al que actúe movido por la soberbia y desobedezca la decisión del sacerdote que está allí sirviendo al Señor, o la del juez, se le condenará a muerte. Así acabarán ustedes con la maldad en Israel, 13 y cuando el pueblo lo sepa, tendrá miedo y dejará de hacer las cosas con soberbia.

Reflexiona

El sistema de gobierno local y tribunales de Israel era único porque estaba basado en las leyes de Dios. Exigía el trato igualitario de todas las personas, sin importar su riqueza, poder o estatus social. ¿Cómo se compara ese sistema con el sistema legal actual? ¿Qué papel desempeñan la justicia y la imparcialidad?

Ora

Dios misericordioso y amoroso, enséñame a ser justo e imparcial en todos mis tratos con los demás. Que tus leyes y tu justicia me guíen. Amén.

Lectura para mañana

Miqueas 1:1–16: Miqueas anuncia el juicio del Señor sobre Israel y Judá.