Introducción

Efesios 1:15–23: en la lectura para hoy, Pablo ora para que el Espíritu Santo haga sabios a sus lectores y les permita entender qué significa conocer a Dios. Nos recuerda que el gran poder de Dios está actuando en aquellos que creen. Al final del capítulo, Pablo afirma que la iglesia es el cuerpo de Cristo, y que Cristo es la cabeza de la iglesia y supremo sobre todas las cosas.

Versículo bíblico para hoy: Efesios 1:23

La iglesia es el cuerpo de Cristo, de quien ella recibe su plenitud, ya que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud.

Lectura

15 Por esto, como sé que ustedes tienen fe en el Señor Jesús y amor para con todo el pueblo santo, 16 no dejo de dar gracias a Dios por ustedes, recordándolos en mis oraciones. 17 Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre, que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes, para que puedan conocerlo verdaderamente. 18 Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo, 19 y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia 20 cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, 21 poniéndolo por encima de todo poder, autoridad, dominio y señorío, y por encima de todo lo que existe, tanto en este tiempo como en el venidero. 22 Sometió todas las cosas bajo los pies de Cristo, y a Cristo mismo lo dio a la iglesia como cabeza de todo. 23 Pues la iglesia es el cuerpo de Cristo, de quien ella recibe su plenitud, ya que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud.

Reflexiona

Pablo comienza su oración elogiando a los efesios por su fe. Vuelve a leer los versículos 17 y 18. ¿Qué le pide Pablo a Dios en favor de ellos? ¿Cuál es la «gloriosa y rica… herencia» mencionada en el versículo 18? ¿Cómo describe Pablo el poder que actúa en nosotros en los versículos 19 y 20?

Ora

Dios de esperanza y promesa, te alabo y te doy gracias por abrir mi mente a las ricas y maravillosas bendiciones que se encuentran en tu Palabra y por revelarte a mí a través de tu Hijo, Jesucristo. Amén.

Lectura para mañana

Efesios 2:1–10: La abundante gracia de Dios nos lleva de la muerte a la vida con Cristo.