Introducción

Esdras 4:24—5:17: Los problemas causados por los pueblos vecinos detuvieron la reconstrucción del templo desde el 535 hasta el 520 a.C. (véase 4:1–23). Los profetas Hageo y Zacarías persuaden al pueblo para que vuelva a comenzar, pero los adversarios cuestionaron la autoridad de los exiliados para iniciar la reconstrucción. La reconstrucción del templo se llevó a cabo durante el reinado del emperador Darío de Persia (522–486 a.C.).

Versículo bíblico para hoy: Esdras 5:11 DHH

Ellos [los líderes judíos] nos respondieron que adoran al Dios del cielo y de la tierra, y que están reconstruyendo el templo que ya hace muchos años había sido totalmente construido por un gran rey de Israel.

Lectura

24 De esta manera, la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén quedó suspendida hasta el segundo año del reinado de Darío de Persia.

Los profetas Hageo y Zacarías hijo de Idó comunicaron a los judíos de Judá y Jerusalén los mensajes que habían recibido de parte de su Señor, el Dios de Israel. Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josadac, se pusieron a trabajar de nuevo en la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén, y los profetas de Dios estaban con ellos, para ayudarlos. 3-4 Pero Tatenai, que era gobernador de la provincia al oeste del río Éufrates, y Setar-boznai y sus compañeros, fueron a decirles: «¿Quién les ha dado órdenes de reconstruir este templo y recubrirlo de madera? ¿Cómo se llaman las personas que están reconstruyendo este edificio?» Sin embargo, Dios protegía a los dirigentes judíos, así que no les impidieron continuar hasta que se enviara un informe a Darío y se recibiera la respuesta.

Ésta es una copia de la carta que Tatenai, gobernador de la provincia al oeste del Éufrates, y Setar-boznai y sus compañeros, los funcionarios del gobierno al oeste del Éufrates, enviaron al rey Darío, 7-8 la cual decía:

«Deseando a Su Majestad salud y bienestar, le hacemos saber que hemos visitado la región de Judá y el templo del gran Dios, el cual está siendo reconstruido con grandes piedras labradas. Ahora están recubriendo de tablas las paredes, pues trabajan aprisa y la obra avanza rápidamente. Preguntamos a los dirigentes judíos quién les había dado órdenes de reconstruir el templo y recubrirlo de madera, 10 y cómo se llamaban las personas que los dirigen, para poder anotar sus nombres y comunicarlos a Su Majestad. 11 Ellos nos respondieron que adoran al Dios del cielo y de la tierra, y que están reconstruyendo el templo que ya hace muchos años había sido totalmente construido por un gran rey de Israel. 12 Dijeron también que sus antepasados irritaron al Dios del cielo, y que él los había entregado en poder del rey Nabucodonosor de Babilonia, que era caldeo, y que fue quien destruyó aquel templo y los desterró a Babilonia. 13 Más tarde Ciro, en su primer año como rey de Babilonia, ordenó que el templo de Dios fuera reconstruido.

14 »También nos dijeron que el rey Ciro sacó del templo de Babilonia los utensilios de oro y plata que Nabucodonosor había tomado del templo de Dios en Jerusalén y llevado al templo de Babilonia, y que se los entregó a un tal Sesbasar, al cual había nombrado gobernador. 15 Ciro ordenó a Sesbasar que recogiera aquellos utensilios y los devolviera al templo de Jerusalén, y que reconstruyera en el mismo sitio el templo de Dios. 16 Fue entonces cuando Sesbasar llegó y echó los cimientos del templo de Dios en Jerusalén; desde entonces se está reconstruyendo, pero no ha sido terminado todavía.

17 »Ahora, pues, si le parece bien a Su Majestad, pedimos que se busque en los archivos reales de Babilonia y se averigüe si es cierto que el rey Ciro ordenó reconstruir el templo de Dios en Jerusalén, y que se nos comunique la decisión de Su Majestad sobre este asunto.»

Reflexiona

Según la lectura para hoy, ¿quiénes desafiaron la obra de reconstrucción del templo? ¿Qué hicieron? En el informe que se envió al emperador Darío, ¿qué dijeron los líderes judíos cuando los críticos cuestionaron su autoridad para reconstruir y equipar el templo (versículos 11–16)? ¿Cómo concluyeron su informe los iniciadores del desafío (versículo 17)?

Ora

Dios todopoderoso del cielo y de la tierra, soy tu siervo y busco seguir tus enseñanzas cada día. Que mis palabras y acciones sean agradables a tus ojos. Oro en tu santo nombre. Amén.

Lectura para mañana

Esdras 6:1–12: La orden del emperador Ciro es redescubierta.