Introducción
Ezequiel 34:11–31: Después de condenar a los líderes corruptos de Israel (véase la lectura de ayer), Dios promete venir él mismo a rescatar al pueblo y ser su buen Pastor. Un nuevo rey es prometido.
Versículo bíblico para hoy: Ezequiel 34:31
“Ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado. Yo soy su Dios. Yo, el Señor, lo afirmo.”
Lectura
11 »Yo, el Señor, digo: Yo mismo voy a encargarme del cuidado de mi rebaño. 12 Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron en un día oscuro y de tormenta. 13 Las sacaré de los países extranjeros, las reuniré y las llevaré a su propia tierra. Las llevaré a comer a los montes de Israel, y por los arroyos, y por todos los lugares habitados del país. 14 Las llevaré a comer los mejores pastos, en los pastizales de las altas montañas de Israel. Allí podrán descansar y comer los pastos más ricos. 15 Yo mismo seré el pastor de mis ovejas, yo mismo las llevaré a descansar. Yo, el Señor, lo afirmo. 16 Buscaré a las ovejas perdidas, traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles, y cuidaré a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido.
17 »Yo, el Señor, digo: Escuchen, ovejas mías: Voy a hacer justicia entre los corderos y los cabritos. 18 ¿No les basta con comerse el mejor pasto, sino que tienen que pisotear el que queda? Beben el agua clara, y la demás la enturbian con las patas. 19 Y mis ovejas tienen que comer el pasto que ustedes han pisoteado y beber el agua que ustedes han enturbiado. 20 Por eso yo, el Señor, les digo: Voy a hacer justicia entre las ovejas gordas y las flacas. 21 Ustedes han alejado a empujones a las débiles, las han atacado a cornadas y las han hecho huir. 22 Pero yo voy a salvar a mis ovejas. No dejaré que las sigan robando. Voy a hacer justicia entre las ovejas. 23 Voy a hacer que vuelva mi siervo David, y lo pondré como único pastor, y él las cuidará. Él será su pastor. 24 Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su jefe. Yo, el Señor, he hablado. 25 Voy a hacer una alianza con ellas, para asegurarles una vida tranquila. Haré desaparecer las fieras del país, para que mis ovejas puedan vivir tranquilas en campo abierto y dormir en los bosques.
26 »Yo pondré a mis ovejas alrededor de mi monte santo, y las bendeciré; les enviaré lluvias de bendición en el tiempo oportuno. 27 Los árboles del campo darán su fruto, la tierra dará sus cosechas, y ellas vivirán tranquilas en su propia tierra. Cuando yo libere a mi pueblo de quienes lo han esclavizado, entonces reconocerán que yo soy el Señor. 28 Los pueblos extranjeros no volverán a apoderarse de ellos, ni las fieras volverán a devorarlos. Vivirán tranquilos, sin que nadie los asuste. 29 Les daré sembrados fértiles, y ellos no volverán a sufrir hambre ni las demás naciones volverán a burlarse de ellos. 30 Entonces reconocerán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos, y que Israel es mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 31 Ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado. Yo soy su Dios. Yo, el Señor, lo afirmo.»
Reflexiona
La imagen del Señor como pastor es común en la Biblia (véanse Génesis 49:24; Salmos 23; Isaías 40:11; Jeremías 31:10; Juan 10; Hebreos 13:20). Vuelve a leer los versículos 11–16. El «día oscuro y de tormenta» (versículo 12) se refiere al momento en que el pueblo fue llevado como prisionero tras la conquista babilónica de Jerusalén (586 a.C.). ¿De qué maneras cuidará Dios como pastor a sus ovejas? ¿Qué promete Dios en los versículos 23–24? ¿Qué otras imágenes de esperanza se presentan en la lectura para hoy? ¿Cuáles son tus pensamientos sobre la imagen de Dios como pastor?
Ora
Dios soberano, tú eres mi pastor. Me buscas, me rescatas cuando me desvío y me restauras a tu presencia. Gracias por tu amor y cuidado inquebrantables y por alimentarme y nutrirme cada día con tu santa Palabra. Amén.
Lectura para mañana
Isaías 2:1–5: el profeta Isaías describe un tiempo de paz eterna.