Introducción

Jeremías 33:12–26: El Señor habla de cumplir la promesa respecto a la dinastía davídica al elegir a un rey justo que gobernará con equidad.

Versículo bíblico para hoy: Jeremías 33:26b DHH

[El Señor dijo:] “Yo tendré compasión de ellos y haré que cambie su suerte.”

Lectura

12 El Señor todopoderoso dice: «En este país que ahora está desierto, sin hombres ni animales, y en todas sus ciudades, volverá a haber pastos adonde los pastores lleven sus rebaños. 13 Tanto en las ciudades de la región montañosa como en las de la llanura, y en las del Négueb y del territorio de Benjamín, y en los alrededores de Jerusalén y en las demás ciudades de Judá, se volverá a ver a los pastores contando sus ovejas. Yo, el Señor, lo digo.»

14 El Señor afirma: «Llegará el día en que cumpliré las promesas de bendición que hice al pueblo de Israel y de Judá. 15 Cuando llegue ese tiempo y ese día, haré que David tenga un descendiente legítimo, que establecerá la justicia y la rectitud en el país. 16 En aquel tiempo Judá estará a salvo y Jerusalén vivirá segura. Éste es el nombre con que la llamarán: “El Señor es nuestra victoria.” 17 Yo, el Señor, digo: Nunca faltará un descendiente de David que ocupe el trono de Israel, 18 ni faltarán jamás sacerdotes descendientes de Leví que todos los días me ofrezcan holocaustos, quemen ofrendas de cereales en mi honor y me dediquen otros sacrificios.»

19 El Señor se dirigió a Jeremías, y le dijo: 20 «Yo, el Señor, digo: Es imposible que deje de cumplirse la alianza que he hecho con el día y con la noche, de manera que el día y la noche dejen de llegar a su debido tiempo. 21 Del mismo modo, es imposible que deje de cumplirse mi alianza con mi siervo David, y que deje de haber un descendiente suyo que reine en su trono, o que deje de cumplirse mi alianza con mis ministros los sacerdotes descendientes de Leví. 22 Y a los descendientes de mi siervo David, y a mis ministros, los descendientes de Leví, los haré tan numerosos como las estrellas del cielo y los granos de arena del mar, que nadie puede contar.»

23 El Señor se dirigió a Jeremías, y le dijo: 24 «¿No has notado que la gente dice que he rechazado a las dos familias que yo mismo había escogido, a Israel y Judá? ¡Por eso miran con desprecio a mi pueblo, y ya ni lo consideran una nación! 25 Pues yo, el Señor, digo: Yo, que he hecho una alianza con el día y con la noche, y que he fijado las leyes que gobiernan el cielo y la tierra, 26 jamás rechazaré a los descendientes de Jacob y de David mi siervo, ni dejaré de sacar de entre ellos a quienes gobiernen a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Porque yo tendré compasión de ellos y haré que cambie su suerte.»

Reflexiona

Vuelve a leer los versículos 14–18. ¿Qué promesas se dan? ¿Con qué nombre será conocida Jerusalén? ¿Qué pactos promete mantener Dios (versículos 19–22)? ¿Qué mensajes de esperanza y consuelo puedes encontrar en la lectura para hoy?

Ora

Dios de amor y misericordia, mi esperanza está en ti. Confiando en tus promesas, proclamo tu amor eterno. Tú eres el Dios de mi salvación. Amén.

Y ahora, unámonos en alabanza a Dios porque las Biblias están alcanzando las manos y los corazones en Uzbekistán. Dios misericordioso, gracias al apoyo de los socios de Una Biblia al Mes, tu Palabra está llevando esperanza a las personas en la nación de Uzbekistán, de Asia Central, donde el acceso a Biblias es muy limitado. En este país de mayoría musulmana, los cristianos representan solo el uno por ciento de la población; pero gracias a un avance extraordinario, la Sociedad Bíblica local recibió permiso para imprimir y distribuir Biblias en letra grande que incluyen traducciones en uzbeko y ruso. Estas nuevas Biblias están fortaleciendo a las iglesias, afianzando la fe, sembrando las semillas del evangelio y transformando vidas de manera poderosa. Gracias, Señor Dios, porque tu Palabra es un faro de esperanza: nutre la fe, forma a los creyentes y hace brillar la luz de Jesucristo en lugares oscuros. Amén.

Lectura para mañana

Isaías 2:1–5: El profeta Isaías describe un tiempo de paz duradera.