15 de julio

Introducción

Lamentaciones 3:25–57: la lectura para hoy refleja un lamento comunitario. El pueblo reconoce que ha pecado y le pide a Dios que escuche sus oraciones.

Versículo bíblico para hoy: Lamentaciones 3:25

El Señor es bueno con los que en él confían, con los que a él recurren.

Lectura

25 El Señor es bueno con los que en él confían,
    con los que a él recurren.
26 Es mejor esperar en silencio
    a que el Señor nos ayude.
27 Es mejor que el hombre se someta
    desde su juventud.

28 El hombre debe quedarse solo y callado
    cuando el Señor se lo impone;
29 debe, humillado, besar el suelo,
    pues tal vez aún haya esperanza;
30 debe ofrecer la mejilla a quien le hiera,
    y recibir el máximo de ofensas.

31 El Señor no ha de abandonarnos
    para siempre.
32 Aunque hace sufrir, también se compadece,
    porque su amor es inmenso.
33 Realmente no le agrada afligir
    ni causar dolor a los hombres.

34 El pisotear sin compasión
    a los prisioneros del país,
35 el violar los derechos de un hombre
    en la propia cara del Altísimo,
36 el torcer la justicia de un proceso,
    son cosas que el Señor condena.

37 Cuando algo se dice, cuando algo pasa,
    es porque el Señor lo ha ordenado.
38 Tanto los bienes como los males
    vienen porque el Altísimo así lo dispone.
39 Siendo el hombre un pecador,
    ¿de qué se queja en esta vida?

40 Reflexionemos seriamente en nuestra conducta,
    y volvamos nuevamente al Señor.
41 Elevemos al Dios del cielo
    nuestros pensamientos y oraciones.
42 Nosotros pecamos y fuimos rebeldes,
    y tú no perdonaste.

43 Nos rodeaste con tu furia, nos perseguiste,
    ¡nos quitaste la vida sin miramientos!
44 Te envolviste en una nube
    para no escuchar nuestros ruegos.
45 Nos has tratado como a vil basura
    delante de toda la gente.

46 Todos nuestros enemigos
    abren la boca en contra de nosotros;
47 temores, trampas, destrucción y ruina,
    ¡eso es lo que nos ha tocado!
48 Ríos de lágrimas brotan de mis ojos
    ante la destrucción de mi amada ciudad.

49 Lloran mis ojos sin descanso,
    pues no habrá alivio
50 hasta que el Señor del cielo
    nos mire desde lo alto.
51 Me duelen los ojos hasta el alma,
    por lo ocurrido a las hijas de mi ciudad.

52 Sin tener ningún motivo,
    mis enemigos me han cazado como a un ave;
53 me enterraron vivo en un pozo,
    y con una piedra taparon la salida.
54 El agua me ha cubierto por completo,
    y he pensado: «Estoy perdido.»

55 Yo, Señor, invoco tu nombre
    desde lo más profundo del pozo:
56 tú escuchas mi voz,
    y no dejas de atender a mis ruegos.
57 El día que te llamo, vienes a mí,
    y me dices: «No tengas miedo.»

Reflexiona

¿Qué versículos expresan esperanza y confianza en el Señor? ¿Qué versículos en la lectura para hoy resuenan contigo? ¿Qué entristece tu corazón? ¿Qué pedirás a Dios hoy?

Ora

Dios de gracia, conoces mi corazón y has examinado mis caminos. Confiando en tu amor y misericordia, me vuelvo a ti con un corazón abierto y humilde y busco tu perdón por los errores que he cometido. Tú escuchas mis clamores y me reconfortas con la seguridad de tu amor y compasión interminables. Amén.

Y ahora, unámonos en alabanza a Dios porque las Biblias en audio están transformando vidas en las Filipinas. Dios misericordioso, gracias a la generosidad de los socios de Una Biblia al Mes, más de 17 000 personas en Filipinas fueron alcanzadas con tu Palabra el año pasado. A través de Biblias impresas y en audio, los líderes de la iglesia están equipados para conectarse con personas en ciudades, provincias y áreas tribales remotas en las más de 7 000 islas de la nación. Varios líderes de iglesias han organizado grupos de estudio de la Biblia para que los participantes puedan escuchar tu Palabra en su idioma mientras siguen leyendo en sus nuevas Biblias impresas. Gracias, Señor Dios, porque tu Palabra está brindando al pueblo filipino la capacidad de escuchar y entender la verdad del mensaje del evangelio en su idioma. Amén.

Lectura para mañana

Ezequiel 20:33–44: Dios castiga y perdona.