Introducción

Lucas 11:24–36: En la lectura para hoy, Jesús ofrece una reflexión sobre el milagro de Jonás. La lectura concluye con una enseñanza acerca de llenar la vida de luz.

Versículo bíblico para hoy: Lucas 11:36 DHH

[Jesús dijo:] “Si todo tu cuerpo tiene luz y no hay en él ninguna oscuridad, lo verás todo claramente, como cuando una lámpara te alumbra con su luz.”

Lectura

24 »Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares secos buscando descanso; pero, al no encontrarlo, piensa: “Volveré a mi casa, de donde salí.” 25 Cuando regresa, encuentra a ese hombre como una casa barrida y arreglada. 26 Entonces va y reúne otros siete espíritus peores que él, y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre, que al final queda peor que al principio.»

27 Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer entre la gente gritó:

—¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te crió!

28 Él contestó:

—¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen!

29 La multitud seguía juntándose alrededor de Jesús, y él comenzó a decirles: «La gente de este tiempo es malvada; pide una señal milagrosa, pero no va a dársele más señal que la de Jonás. 30 Pues así como Jonás fue una señal para la gente de Nínive, también el Hijo del hombre será una señal para la gente de este tiempo. 31 En el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es mayor que Salomón. 32 También los de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se volvieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es mayor que Jonás.

33 »Nadie enciende una lámpara y la pone en un lugar escondido, ni bajo un cajón, sino en alto, para que los que entran tengan luz. 34 Tus ojos son la lámpara del cuerpo; si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si son malos, tu cuerpo estará en la oscuridad. 35 Ten cuidado de que la luz que hay en ti no resulte oscuridad. 36 Pues si todo tu cuerpo tiene luz y no hay en él ninguna oscuridad, lo verás todo claramente, como cuando una lámpara te alumbra con su luz.»

Reflexiona

Jesús enseña que, así como Jonás fue una «señal» para el pueblo de Nínive (versículo 30), también Jesús será una «señal» para el pueblo de su tiempo. ¿De qué maneras sirve Jesús como «señal» para nosotros hoy? Vuelve a leer los versículos 33–36. ¿Cuál es tu comprensión de lo que significa que todo tu cuerpo esté lleno de luz? (Sería bueno que compares estos versículos con Lucas 8:16–18 de la lectura del 1 de septiembre).

Ora

Señor Dios, me deleito en tu Palabra. Ayúdame a oír y obedecer tu Palabra hoy y enséñame a ser una luz brillante que refleje tu amor. Amén.

Lectura para mañana

Lucas 11:37–54: Jesús confronta a los fariseos y a los maestros de la Ley.