Introducción

Lucas 2:1–21: María y José viajan a Belén, donde nace Jesús. Los ángeles anuncian la noticia de su nacimiento a los pastores en un campo cercano. Los pastores se apresuran a ir y encuentran al niño Jesús en un pesebre. La lectura para hoy concluye con la imposición del nombre y la circuncisión de Jesús, ocho días después de su nacimiento, conforme a la Ley de Moisés (véase Levítico 12:3), para indicar que pertenece al Señor y como señal del pacto que Dios hizo con Abraham (véase Génesis 17:11–12).

Versículo bíblico para hoy: Lucas 2:11

«Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor».

Lectura

Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.

Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.

Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. 10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: 11 Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.»

13 En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:

14 «¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!»

15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros:

—Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.

16 Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. 17 Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, 18 y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. 19 María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. 20 Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.

21 A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta.

Reflexiona

El relato de Lucas sobre el humilde nacimiento de Jesús se enmarca en un contexto geopolítico. El emperador Augusto había ordenado un censo para regular la recolección de impuestos, lo que indicaba la dominación de Roma sobre el pueblo. Los títulos dados a Jesús en el mensaje del ángel a los pastores (Salvador y Señor) también eran utilizados en ese tiempo para el emperador. Los pastores se encontraban en la parte baja de la escala social, sin embargo, ellos fueron los primeros en escuchar la noticia del nacimiento de Jesús. ¿Por qué crees que fueron elegidos para escuchar el mensaje del ángel? ¿Qué significa para ti la buena noticia del nacimiento de Jesús?

Ora

¡Gloria a Dios en las alturas! Señor Jesús, me uno al cántico de los ángeles y celebro tu nacimiento. Tú eres mi Salvador, y la buena noticia de tu nacimiento llena mi corazón de gran gozo. Amén.

Lectura para mañana

John 1:1–18: Jesús es presentado como la Palabra viva.