La Palabra de Dios que guía: discipulado
Introducción
Marcos 9:30–50: Cuando los discípulos discuten acerca de quién entre ellos es el más grande, Jesús enseña que uno debe ser el siervo de todos. Utiliza el ejemplo de un niño para contrarrestar la búsqueda de poder de los discípulos. La mano, el pie y el ojo representan agentes de tentación, y Jesús pronuncia algunas palabras fuertes para enfatizar el costo de perder la fe.
Lectura para hoy
30 Cuando se fueron de allí, pasaron por Galilea. Pero Jesús no quiso que nadie lo supiera, 31 porque estaba enseñando a sus discípulos. Les decía:
—El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero tres días después resucitará.
32 Ellos no entendían lo que les decía, y tenían miedo de preguntarle.
33 Llegaron a la ciudad de Cafarnaúm. Cuando ya estaban en casa, Jesús les preguntó:
—¿Qué venían discutiendo ustedes por el camino?
34 Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido quién de ellos era el más importante. 35 Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:
—Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a todos.
36 Luego puso un niño en medio de ellos, y tomándolo en brazos les dijo:
37 —El que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no solamente a mí me recibe, sino también a aquel que me envió.
38 Juan le dijo:
—Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.
39 Jesús contestó:
—No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. 40 El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. 41 Cualquiera que les dé a ustedes aunque sólo sea un vaso de agua por ser ustedes de Cristo, les aseguro que tendrá su premio.
42 »A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que lo echaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. 43 Si tu mano te hace caer en pecado, córtatela; es mejor que entres manco en la vida, y no que con las dos manos vayas a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. 45 Y si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo; es mejor que entres cojo en la vida, y no que con los dos pies seas arrojado al infierno. 47 Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al infierno, 48 donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga.
49 »Porque todos serán salados con fuego. 50 La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo podrán ustedes hacerla útil otra vez? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.
Versículo clave de hoy: Marcos 9:35b
[Jesús dijo]: “Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a todos.”
Reflexiona
Cuando Jesús les dice a los discípulos por segunda vez que va a morir y resucitar al tercer día, ¿por qué tienen dificultades para comprender sus palabras? En el tiempo de Jesús, los niños no tenían derechos legales y eran indefensos y vulnerables, por lo que no había honor en recibir a un niño en lugar de a alguien rico o famoso. ¿Por qué Jesús utiliza el ejemplo de un niño? ¿Cómo cambia Jesús la comprensión de cómo se veían el poder y la grandeza? Lee de nuevo los versículos 35–37. ¿Qué piensas sobre las implicaciones de estos versículos? ¿Según qué estándares se mide la grandeza en nuestra sociedad hoy en día?
Ora
Te doy gracias, Señor Jesús, por recibirme tal como soy. Tú ves profundamente en mi corazón. Concédeme un corazón de siervo y enséñame a dar la bienvenida a los demás en tu nombre, así como tú me has acogido a mí. Amén.
Lectura para mañana
Marcos 10:13–34: Jesús bendice a los niños pequeños y se encuentra con un hombre rico que le pregunta cómo obtener la vida eterna.