La Palabra de Dios que guía: oración

Introducción

Ester 4:1–17: Mardoqueo informa a Ester sobre el decreto del rey y le ruega que hable con el rey. Ester indica que hacerlo pone en riesgo su vida.

Versículo clave para hoy: Ester 4:14b

[Mardoqueo le dice a Ester]: «¡A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos en esta situación!».

Lectura para hoy

Cuando Mardoqueo supo todo lo que había pasado, se rasgó la ropa en señal de dolor, se vistió con ropas ásperas, se echó ceniza sobre la cabeza y empezó a recorrer la ciudad dando gritos llenos de amargura. Así llegó hasta la entrada del palacio real, pues no se permitía que entrara nadie vestido de tal manera. También en cada provincia adonde llegaban la orden y el edicto del rey, hubo gran aflicción entre los judíos, los cuales manifestaban su tristeza con ayunos, lágrimas y lamentos, y muchos de ellos se acostaron sobre ceniza y se vistieron con ropas ásperas.

Las criadas que estaban al servicio de la reina Ester y los hombres que formaban su guardia personal, comunicaron a ésta lo que estaba sucediendo. Entonces la reina se llenó de angustia y envió ropa a Mardoqueo para que se cambiara la ropa áspera que tenía puesta, pero él no quiso aceptarla. Ester llamó entonces a Hatac, que era oficial de la guardia real, y le ordenó que fuera a ver a Mardoqueo y le preguntara qué estaba sucediendo y por qué hacía todo aquello. Hatac fue a hablar con Mardoqueo, que estaba en la plaza de la ciudad, frente a la puerta del palacio real, y Mardoqueo lo puso al corriente de lo que pasaba y de la cantidad de plata que Amam había prometido entregar al tesoro real a cambio de que los judíos fueran exterminados. También le entregó una copia del decreto de exterminación publicado en Susa, para que se la diera a Ester y así pudiera ella estar informada de todo. También le recomendaba a Ester que hablara personalmente con el rey y le suplicara que interviniera en favor de su pueblo.

Hatac regresó y le contó a Ester lo que Mardoqueo le había dicho. 10 Entonces Ester envió nuevamente a Hatac con la siguiente respuesta para Mardoqueo: 11 «Todos los que sirven al rey, y los habitantes de las provincias bajo su gobierno, saben que hay una ley que condena a muerte a todo hombre o mujer que entre en el patio interior del palacio para ver al rey sin que él lo haya llamado, a no ser que el rey tienda su cetro de oro hacia esa persona en señal de clemencia, y le perdone así la vida. Por lo que a mí toca, hace ya treinta días que no he sido llamada por el rey.»

12 Cuando Mardoqueo recibió la respuesta de Ester, 13 le envió a su vez este mensaje: «No creas que tú, por estar en el palacio real, vas a ser la única judía que salve la vida. 14 Si ahora callas y no dices nada, la liberación de los judíos vendrá de otra parte, pero tú y la familia de tu padre morirán. ¡A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos en esta situación!»

15 Entonces Ester envió esta respuesta a Mardoqueo: 16 «Ve y reúne a todos los judíos de Susa, para que ayunen por mí. Que no coman ni beban nada durante tres días y tres noches. Mis criadas y yo haremos también lo mismo, y después iré a ver al rey, aunque eso vaya contra la ley. Y si me matan, que me maten.»

17 Entonces Mardoqueo se fue y cumplió todas las indicaciones de Ester.

Reflexiona

¿Qué le pide Mardoqueo a Ester que haga? ¿Cuál fue la respuesta de Ester? ¿Por qué era peligroso para Ester acercarse al rey sin ser convocada? ¿Qué le dijo Mardoqueo a Ester para persuadirla a hablar con el rey (versículos 12–14)? ¿Indica su advertencia la intervención de la mano de Dios? Vuelve a leer los versículos 15–16. ¿Qué mensaje le envía Ester a Mardoqueo? ¿Qué te dice del carácter de Ester su declaración final?

Ora

Dios todopoderoso, prometes estar con aquellos que ponen su fe y confianza en ti. Cuando me enfrento a decisiones difíciles, fortaléceme con tu Espíritu Santo y guíame por el camino de tu verdad. Amén.

Lectura para mañana

Ester 5:1–14: Ester invita al rey y a Amán a un banquete.