Introducción

Salmos 119:1–16: hoy comenzamos a leer el salmo 119, que es el salmo más largo de la Biblia, y es un salmo que alaba la ley o instrucción de Dios. Cada una de las veintidós secciones del salmo contiene ocho versículos, y cada versículo comienza con la letra hebrea que nombra su sección. Durante los siguientes once días, leeremos dos secciones del salmo (16 versículos). La apertura del salmo 119 describe como felices y dignos de aprobación a aquellos que siguen la ley del Señor.

Versículo bíblico para hoy: Salmos 119:12

¡Bendito tú, Señor! ¡Enséñame tus leyes!

Lectura

119 Felices los que se conducen sin tacha
y siguen la enseñanza del Señor.
Felices los que atienden a sus mandatos
y lo buscan de todo corazón,
los que no hacen nada malo,
los que siguen el camino del Señor.
Tú has ordenado que tus preceptos
se cumplan estrictamente.
¡Ojalá yo me mantenga firme
en la obediencia a tus leyes!
No tendré de qué avergonzarme
cuando atienda a todos tus mandamientos.
Te alabaré con corazón sincero
cuando haya aprendido tus justos decretos.
¡Quiero cumplir tus leyes!
¡No me abandones jamás!

¿Cómo podrá el joven llevar una vida limpia?
¡Viviendo de acuerdo con tu palabra!
10 Yo te busco de todo corazón;
no dejes que me aparte de tus mandamientos.
11 He guardado tus palabras en mi corazón
para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito tú, Señor!
¡Enséñame tus leyes!
13 Con mis labios contaré
todos los decretos que pronuncies.
14 Me alegraré en el camino de tus mandatos,
más que en todas las riquezas.
15 Meditaré en tus preceptos
y pondré mi atención en tus caminos.
16 Me alegraré con tus leyes
y no me olvidaré de tu palabra.

Reflexiona

El pasaje para hoy refleja las maneras en que la ley de Dios fomenta la vivencia de una vida «limpia» (versículo 9). Aquí, «limpia» es una imagen para una vida libre de pecado y consistentemente alineada con la voluntad de Dios. ¿Qué significa para ti vivir una vida «limpia»? ¿Cómo se aplica eso a tu vida espiritual? ¿Cómo se aplica a tus relaciones y tareas en la vida?

Ora

Dios santo, te adoro con todo mi corazón. Tu instrucción es el camino seguro hacia la felicidad y ansío comprender tus enseñanzas. Ayúdame a mantener mi vida limpia obedeciendo tus mandamientos. Amén.

Lectura para mañana

Salmos 119:17–32: el salmista está determinado a obedecer la ley del Señor.