Introducción
Salmos 71: La lectura para hoy es la oración de una persona anciana que pide ser rescatada de personas malvadas. El escritor clama a Dios por protección y relata su confianza en el Señor desde su juventud. En la conclusión, el escritor canta alabanzas a Dios y habla de la fidelidad y justicia de Dios.
Versículo bíblico para hoy: Salmos 71:16
Contaré las grandes cosas que tú, Señor, has hecho; ¡proclamaré que solo tú eres justo!
Lectura
71 Señor, en ti busco protección;
¡no me defraudes jamás!
2 ¡Líbrame, ponme a salvo,
pues tú eres justo!
Dígnate escucharme, y sálvame.
3 Sé tú mi roca protectora,
¡sé tú mi castillo de refugio y salvación!
¡Tú eres mi roca y mi castillo!
4 Dios mío,
líbrame de las manos del malvado,
de las manos del criminal y del violento,
5 pues tú, Señor, desde mi juventud
eres mi esperanza y mi seguridad.
6 Aún estaba yo en el vientre de mi madre
y ya me apoyaba en ti.
¡Tú me hiciste nacer!
¡Yo te alabaré siempre!
7 He sido motivo de asombro para muchos,
pero tú eres mi refugio.
8 Todo el día están llenos mis labios
de alabanzas a tu gloria;
9 no me desprecies cuando ya sea viejo;
no me abandones cuando ya no tenga fuerzas.
10 Mis enemigos, los que quieren matarme,
se han aliado y hacen planes contra mí.
11 Dicen: «¡Persíganlo y agárrenlo,
pues Dios lo ha abandonado
y nadie puede salvarlo!»
12 No te alejes de mí, Dios mío;
¡ven pronto a ayudarme!
13 ¡Que sean avergonzados y destruidos
los enemigos de mi vida!
¡Que sean puestos en ridículo
los que quieren mi desgracia!
14 Pero yo esperaré en todo momento,
y más y más te alabaré;
15 todo el día anunciaré con mis labios
que tú nos has salvado y nos has hecho justicia.
¡Esto es algo que no alcanzo a comprender!
16 Contaré las grandes cosas que tú, Señor, has hecho;
¡proclamaré que sólo tú eres justo!
17 Dios mío,
tú me has enseñado desde mi juventud,
y aún sigo anunciando tus grandes obras.
18 Dios mío, no me abandones
aun cuando ya esté yo viejo y canoso,
pues aún tengo que hablar de tu gran poder
a esta generación y a las futuras.
19 Tu justicia, oh Dios, llega hasta el cielo;
tú has hecho grandes cosas;
¡no hay nadie como tú!
20 Aunque me has hecho ver
muchas desgracias y aflicciones,
me harás vivir de nuevo;
me levantarás de lo profundo de la tierra,
21 aumentarás mi grandeza
y volverás a consolarme.
22 Yo, por mi parte,
cantaré himnos y alabaré tu lealtad
al son del arpa y del salterio,
Dios mío, Santo de Israel.
23 Mis labios se alegrarán al cantarte,
lo mismo que todo mi ser, que tú has salvado.
24 También mi lengua dirá a todas horas
que tú eres justo,
pues los que querían mi desgracia
han quedado cubiertos de vergüenza.
Reflexiona
¿Cómo se describe la vida del escritor del salmo? ¿Qué versículos indican que el escritor puede sentirse abandonado por Dios? ¿Qué versículos indican la confianza del escritor en Dios? ¿Cómo describe el escritor a Dios en el versículo 3? ¿Alguna vez has pensado en Dios en estos términos? ¿Cómo proclamarás hoy la bondad, fidelidad y justicia de Dios?
Ora
Dios soberano, tú eres mi refugio seguro, mi gran fortaleza, mi amparo y defensa. Cada día me vuelvo a ti, confiando en que siempre estás cerca y listo para venir en mi ayuda. Diariamente te alabaré y proclamaré tu bondad, justicia, poder y fortaleza. Amén.
Lectura para mañana
Salmos 76: Dios juzga toda la tierra.