Introducción
Salmos 92: Este salmo es una canción escrita para usarse en el «Sabbat» (sábado), el día apartado para el descanso y la adoración (Éxodo 20:8–11; Deuteronomio 5:12–15). Celebra la bondad y la justicia de Dios.
Versículo bíblico para hoy: Salmos 92:1
Altísimo Señor, ¡qué bueno es darte gracias y cantar himnos en tu honor!
Lectura
92 (2) Altísimo Señor,
¡qué bueno es darte gracias
y cantar himnos en tu honor!
2 (3) Anunciar por la mañana y por la noche
tu gran amor y fidelidad,
3 (4) al son de instrumentos de cuerda,
con música suave de arpa y de salterio.
4 (5) Oh Señor,
¡tú me has hecho feliz con tus acciones!
¡Tus obras me llenan de alegría!
5 (6) Oh Señor,
¡qué grandes son tus obras!,
¡qué profundos tus pensamientos!
6 (7) ¡Sólo los necios no pueden entenderlo!
7 (8) Si los malvados y malhechores
crecen como la hierba, y prosperan,
es sólo para ser destruidos para siempre.
8 (9) Pero tú, Señor, por siempre estás en lo alto.
9 (10) Una cosa es cierta, Señor:
que tus enemigos serán destruidos;
que todos los malhechores serán dispersados.
10 (11) Tú aumentas mis fuerzas
como las fuerzas de un toro,
y viertes perfume sobre mi cabeza.
11 (12) He de ver cómo caen mis enemigos;
¡he de oír las quejas de esos malvados!
12 (13) Los buenos florecen como las palmas
y crecen como los cedros del Líbano.
13 (14) Están plantados en el templo del Señor;
florecen en los atrios de nuestro Dios.
14 (15) Aun en su vejez, darán fruto;
siempre estarán fuertes y lozanos,
15 (16) y anunciarán que el Señor, mi protector,
es recto y no hay en él injusticia.
Reflexiona
Esta canción de alabanza también está escrita en la tradición de la sabiduría. Vuelve a leer los versículos 5–8 y 12–15. ¿Cómo se describe a los malvados? ¿Cuál es su destino? ¿Cómo se describe a los justos? ¿Cuál es tu entendimiento de lo que significa «florecen»? ¿Qué afirma el versículo 15? Muchos de los salmos estaban destinados a ser cantados como parte de la adoración en el templo de Jerusalén. ¿Cómo se utilizan los salmos en tu comunidad de fe?
Ora
Dios altísimo, proclamo tu amor constante cada mañana y tu fidelidad cada noche. Contigo, oh Dios, busco florecer como una palmera, arraigado en ti y creciendo firme en la fe. Canto tus alabanzas y, con un corazón agradecido, declaro tu bondad hacia mí. Amén.
Lectura para mañana
Salmos 93: Un salmo que celebra la majestad del reino de Dios.