27 de agosto

Introducción

2 Samuel 7:1–17: David es ahora el rey de Israel, y el profeta Natán le habla del inquebrantable pacto de Dios con David —que uno de los descendientes de David siempre será rey y que el hijo de David sería quien edifique el templo para el Señor (versículos 12–13).

Versículo bíblico para hoy: 2 Samuel 7:16

[Hablando a través del profeta Natán, el señor dijo a David:] “Tu dinastía y tu reino estarán para siempre seguros bajo mi protección, y también tu trono quedará establecido para siempre.”

Lectura

Cuando el rey David estuvo ya instalado en su palacio, y el Señor le había concedido la paz con todos sus enemigos de alrededor, le dijo a Natán, el profeta:

—Como puedes ver, yo habito en un palacio de cedro, mientras que el arca de Dios habita bajo simples cortinas.

Y Natán le contestó:

—Pues haz todo lo que te has propuesto, porque cuentas con el apoyo del Señor.

Pero aquella misma noche, el Señor se dirigió a Natán y le dijo: «Ve y habla con mi siervo David, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: “No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. Desde el día en que saqué de Egipto a los israelitas, hasta el presente, nunca he habitado en templos, sino que he andado en simples tiendas de campaña. En todo el tiempo que anduve con ellos, jamás le pedí a ninguno de sus caudillos, a quienes puse para que gobernaran a mi pueblo Israel, que me construyera un templo de madera de cedro.” Por lo tanto, dile a mi siervo David que yo, el Señor todopoderoso, le digo: “Yo te saqué del redil, y te quité de andar tras el rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel; te he acompañado por dondequiera que has ido, he acabado con todos los enemigos que se te enfrentaron, y te he dado gran fama, como la que tienen los hombres importantes de este mundo. 10 Además he preparado un lugar para mi pueblo Israel, y allí los he instalado para que vivan en un sitio propio, donde nadie los moleste ni los malhechores los opriman como al principio, 11 cuando puse caudillos que gobernaran a mi pueblo Israel. Yo haré que te veas libre de todos tus enemigos. Y te hago saber que te daré descendientes, 12 y que cuando tu vida llegue a su fin y mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. 13 Él me construirá un templo, y yo afirmaré su reino para siempre. 14 Yo le seré un padre, y él me será un hijo. Y cuando cometa una falta, yo lo castigaré y lo azotaré como todo padre lo hace con su hijo, 15 pero no le retiraré mi bondad como se la retiré a Saúl, al cual quité para ponerte a ti en su lugar. 16 Tu dinastía y tu reino estarán para siempre seguros bajo mi protección, y también tu trono quedará establecido para siempre.”»

17 Natán le contó todo esto a David, exactamente como lo había visto y oído.

Reflexiona

¿Cuál es el mensaje de Natán a David? ¿Qué promesas hace Dios? Lee nuevamente los versículos 14–16. ¿Qué piensas sobre cómo actuará Dios con el sucesor de David?

Ora

Señor Dios, pongo mi confianza en ti. Solo tú eres digno de alabanza. Me rodeas cada día con tu amor y cuidado constantes. Te agradezco y alabo por tus bendiciones diarias. Amén.

Lectura para mañana

2 Samuel 7:18–29: el rey David ofrece una oración de agradecimiento.