Reflexiona:

Jesús dijo: «Las ovejas siguen al pastor porque reconocen su voz…».

Piensa:

Si tienes perros en casa, te habrás dado cuenta que con el paso del tiempo llegan a reconocer incluso el ruido de los pasos de las personas con las que está más apegada. Y reaccionan de manera efusiva ante su presencia. Pero cuando se asustan o están en tensión por una pelea, no reaccionan de manera inmediata ante la voz de sus dueños. Pero una vez que se calman vuelven a la seguridad de su protección y obedecen.

En la vida a veces nos ocurre lo mismo, pasamos por situaciones que nos asustan, nos enojan o nos ponen tristes, y entonces perdemos el rumbo, dejamos de escuchar la voz de la razón, la voz de la fe… la voz de Dios.

Hoy Jesús se presenta como el pastor que conoce a sus ovejas y las llama por su nombre, les da seguridad y las cuida. Pero ¿somos capaces de reconocer su voz? ¿Estamos listos para seguirlo y dejarnos guiar?

Solo él es capaz de guiarnos por el camino correcto y mantenernos a salvo. Por eso es importante que estemos atentos para escuchar su voz, reconocerlo y no dejarnos engañar por los falsos pastores. Habrá personas que traten de engañarnos, pero si fortalecemos nuestra relación con Dios a través de la oración y el servicio, entonces seremos capaces de escuchar su voz en medio de todo el ruido del mundo.

Dialoga:

Señor Jesús, ayúdame a saber escuchar y reconocer tu voz, para seguirte por el camino que tu preparas para mí. Dame el valor para entrar por la puerta de la fe que tú me ofreces y así poder alcanzar la felicidad.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, ayúdame a escucharte»

Recalculando:

Hoy puedes pensar cuántas voces se escuchan que te ofrecen la felicidad. Trata de concentrarte en la voz de Jesús, el maestro, el buen pastor. ¿Qué te dice? Si entiendes que hay un camino concreto para seguirlo, por ejemplo, ser mejor estudiante, ser mejor profesional, ser mejor trabajador, ser mejor con los que te rodean, no dudes en hacer esto. Verás que día a día con cambios pequeños puedes adaptarte mejor a la propuesta del evangelio y así crecerás.

Texto del Evangelio de hoy: San Juan 10:1-10

Jesús les dijo:

«Ustedes saben que sólo un ladrón y bandido entra al corral saltando la cerca. En cambio, el pastor de las ovejas entra por la puerta. El que cuida la entrada le abre, y el pastor llama a cada una de sus ovejas por nombre, y ellas reconocen su voz. Luego el pastor las lleva fuera del corral, y cuando ya han salido todas, él va delante de ellas.

»Las ovejas siguen al pastor porque reconocen su voz. Pero no seguirían a un desconocido; más bien huirían de él, pues no reconocerían su voz.»

Jesús les puso el ejemplo anterior, pero ellos no entendieron lo que les quiso decir.

Entonces Jesús les explicó el ejemplo:

«Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes que yo, eran bandidos y ladrones; por eso las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta del reino de Dios: cualquiera que entre por esta puerta, se salvará; podrá salir y entrar, y siempre encontrará alimento.

»Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente.»

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.