La renovadora Palabra de Dios: Sabiduría

Introducción

Juan 6:1-24: Jesús cruza el Lago de Galilea, y una gran multitud lo sigue. Un joven ofrece su comida de cinco panes de cebada y dos pescados, y Jesús provee comida para toda la gente. Al atardecer los discípulos cruzan de nuevo el lago hacia Cafarnaúm, y Jesús se acerca al bote caminando sobre el agua.

Lectura para hoy

Jesús da de comer a una multitud

6 Después de esto, Jesús se fue al otro lado del Lago de Galilea, que es el mismo Lago de Tiberias. 2 Mucha gente lo seguía, porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. 3 Entonces Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos. 4 Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo seguía, le dijo a Felipe:

—¿Dónde vamos a comprar pan para toda esta gente?

6 Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió:

—Ni siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente para que cada uno recibiera un poco.

8 Entonces Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo:

9 —Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto para tanta gente?

10 Jesús respondió:

—Díganles a todos que se sienten.

Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. 11 Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían. 12 Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos:

—Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.

13 Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. 14 La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía:

—De veras éste es el profeta que había de venir al mundo.

15 Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo.

Jesús camina sobre el agua

16 Al llegar la noche, los discípulos de Jesús bajaron al lago, 17 subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago para llegar a Cafarnaúm. Ya estaba completamente oscuro, y Jesús no había regresado todavía. 18 En esto, el lago se alborotó a causa de un fuerte viento que se había levantado. 19 Cuando ya habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús, que se acercaba a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. 20 Él les dijo:

—¡Soy yo, no tengan miedo!

21 Con gusto lo recibieron en la barca, y en un momento llegaron a la tierra adonde iban.

La gente busca a Jesús

22 Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del lago se dio cuenta de que los discípulos se habían ido en la única barca que allí había, y que Jesús no iba con ellos. 23 Mientras tanto, otras barcas llegaron de la ciudad de Tiberias a un lugar cerca de donde habían comido el pan después que el Señor dio gracias. 24 Así que, al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió también a las barcas y se dirigió a Cafarnaúm, a buscarlo.

Versículo clave de hoy: Juan 6:11

Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían.

Reflexiona

La lectura para hoy incluye dos milagros (o señales) realizados por Jesús. Imagina que estás entre los 5000 que fueron alimentados milagrosamente, ¿qué pensarías al respecto? ¿Qué crees que el muchacho de la historia de hoy le habrá dicho a la gente cuando volvió a su casa? ¿Cómo reaccionaron los discípulos cuando vieron a Jesús que se acercaba al bote caminando sobre el agua (versículo 19)? ¿Qué les dijo Jesús (versículo 20)? Recuerdas algún momento de tu vida cuando necesitaste la tranquilidad de las palabras de Jesús de no tener miedo. ¿Qué palabras de tranquilidad recuerdas?

Ora

Señor Jesús, te busco cada día. Aliméntame y nútreme con tu Palabra que da vida. Conozco la bendita seguridad que das cuando estás ahí, rodeándome con tu amor. Amén.

Lectura para mañana

Juan 6:25-59: Jesús dice que él es el pan que da vida.