La Palabra de Dios que guía: promesa
12 de junio
Introducción
Salmos 78:1–20: durante los próximos cuatro días estaremos leyendo el Salmo 78. Este largo salmo relata la historia de Israel desde Moisés y la salida de Egipto hasta el establecimiento del reino de David en Jerusalén. La lectura para hoy comienza en la tradición de la sabiduría de relatar historias de las obras de Dios y enseñarlas a la próxima generación. Comenzamos recordando cómo Dios guio al pueblo fuera de Egipto y proveyó para ellos en el desierto.
Versículo bíblico para hoy: Salmos 78:4b
Con las generaciones futuras alabaremos al Señor y hablaremos de su poder y maravillas.
Lectura
78 (1b) Pueblo mío, atiende a mi enseñanza;
¡inclínate a escuchar lo que te digo!
2 Voy a hablar por medio de refranes;
diré cosas que han estado en secreto
desde tiempos antiguos.
3 Lo que hemos oído y sabemos
y nuestros padres nos contaron,
4 no lo ocultaremos a nuestros hijos.
Con las generaciones futuras alabaremos al Señor
y hablaremos de su poder y maravillas.
5 Dios estableció una ley para Jacob;
puso una norma de conducta en Israel,
y ordenó a nuestros antepasados
que la enseñaran a sus descendientes,
6 para que la conocieran las generaciones futuras,
los hijos que habían de nacer,
y que ellos, a su vez, la enseñaran a sus hijos;
7 para que tuvieran confianza en Dios
y no olvidaran lo que él había hecho;
para que obedecieran sus mandamientos
8 y no fueran como sus antepasados,
rebeldes y necios,
faltos de firmeza en su corazón y espíritu;
¡generación infiel a Dios!
9 Los de la tribu de Efraín,
que estaban armados con arcos y flechas,
dieron la espalda el día del combate;
10 no respetaron su alianza con Dios
ni quisieron obedecer sus enseñanzas.
11 Se olvidaron de lo que él había hecho,
de las maravillas que les hizo ver.
12 Dios hizo maravillas delante de sus padres
en la región de Soan, que está en Egipto:
13 partió en dos el mar, y los hizo pasar por él,
deteniendo el agua como un muro.
14 De día los guió con una nube,
y de noche con luz de fuego.
15 En el desierto partió en dos las peñas,
y les dio a beber agua en abundancia.
16 ¡Dios hizo brotar de la peña
un torrente de aguas caudalosas!
17 Pero ellos siguieron pecando contra Dios;
se rebelaron contra el Altísimo en el desierto.
18 Quisieron ponerle a prueba
pidiendo comida a su antojo.
19 Hablaron contra él, diciendo:
«¿Acaso puede Dios servir una mesa en el desierto?
20 Es verdad que Dios partió la peña,
que de ella brotó agua como un río,
y que la tierra se inundó;
pero, ¿podrá dar también pan?
¿Podrá dar carne a su pueblo?»
Reflexiona
Lee nuevamente los versículos 5–7. ¿Qué instrucción se da aquí? ¿De qué maneras se cuentan las historias de Dios a las generaciones futuras dentro de tu comunidad de fe? ¿Qué les da Dios? ¿Qué milagros se relatan en la lectura para hoy? ¿Cómo reaccionó el pueblo ante la provisión de Dios? ¿De qué manera pusieron a Dios a prueba (versículos 18–20)?
Ora
Dios soberano, grande es tu poder. Te agradezco y alabo por tu rescate y provisión. Enséñame tus caminos para que continúe obedeciendo tus mandamientos y nunca olvide las grandes cosas que has hecho. Amén.
Lectura para mañana
Salmos 78:21–37: el pueblo no logra confiar en Dios.