25 de junio
Introducción
Jeremías 33:14–26: el Señor cumplirá la promesa concerniente a la dinastía de David al elegir un rey justo que gobernará con justicia, y Jerusalén será un lugar de seguridad.
Versículo bíblico para hoy: Jeremías 33:26b
[Dijo el Señor:] “Porque yo tendré compasión de ellos y haré que cambie su suerte.”
Lectura
14 El Señor afirma: «Llegará el día en que cumpliré las promesas de bendición que hice al pueblo de Israel y de Judá. 15 Cuando llegue ese tiempo y ese día, haré que David tenga un descendiente legítimo, que establecerá la justicia y la rectitud en el país. 16 En aquel tiempo Judá estará a salvo y Jerusalén vivirá segura. Éste es el nombre con que la llamarán: “El Señor es nuestra victoria.” 17 Yo, el Señor, digo: Nunca faltará un descendiente de David que ocupe el trono de Israel, 18 ni faltarán jamás sacerdotes descendientes de Leví que todos los días me ofrezcan holocaustos, quemen ofrendas de cereales en mi honor y me dediquen otros sacrificios.»
19 El Señor se dirigió a Jeremías, y le dijo: 20 «Yo, el Señor, digo: Es imposible que deje de cumplirse la alianza que he hecho con el día y con la noche, de manera que el día y la noche dejen de llegar a su debido tiempo. 21 Del mismo modo, es imposible que deje de cumplirse mi alianza con mi siervo David, y que deje de haber un descendiente suyo que reine en su trono, o que deje de cumplirse mi alianza con mis ministros los sacerdotes descendientes de Leví. 22 Y a los descendientes de mi siervo David, y a mis ministros, los descendientes de Leví, los haré tan numerosos como las estrellas del cielo y los granos de arena del mar, que nadie puede contar.»
23 El Señor se dirigió a Jeremías, y le dijo: 24 «¿No has notado que la gente dice que he rechazado a las dos familias que yo mismo había escogido, a Israel y Judá? ¡Por eso miran con desprecio a mi pueblo, y ya ni lo consideran una nación! 25 Pues yo, el Señor, digo: Yo, que he hecho una alianza con el día y con la noche, y que he fijado las leyes que gobiernan el cielo y la tierra, 26 jamás rechazaré a los descendientes de Jacob y de David mi siervo, ni dejaré de sacar de entre ellos a quienes gobiernen a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Porque yo tendré compasión de ellos y haré que cambie su suerte.»
Reflexiona
¿Bajo qué nombre será conocida Jerusalén (versículo 16)? ¿Qué pactos promete Dios mantener (versículos 19–22)? ¿Qué versículos en la lectura para hoy hablan de esperanza?
Ora
Dios de amor y misericordia, mi esperanza está en ti. Confiando en tus promesas, proclamo tu amor eterno. Tú eres el Dios de mi salvación. Amén.
Lectura para mañana
Hageo 1:1–15: El profeta Hageo anima a las personas que regresaron a Jerusalén a reconstruir el templo.