La Palabra de Dios que guía: promesa

9 de junio

Introducción

Génesis 35:1–15: la lectura para hoy muestra a Jacob regresando a Betel (véase la lectura de ayer). En los años intermedios, Jacob se ha casado, ha tenido hijos y se ha reconciliado con su hermano Esaú (véase Génesis capítulos 29—33). Jacob recibe la bendición de Dios y se le da un nuevo nombre, mientras Dios reitera la promesa hecha a sus antepasados Abraham e Isaac.

Versículo bíblico para hoy: Génesis 35:11

[Dios] le dijo: “Yo soy el Dios todopoderoso; ten muchos hijos y descendientes. De ti saldrá una nación y muchos pueblos, y entre tus descendientes habrá reyes”.

Lectura

35 Dios le dijo a Jacob: «Levántate y vete a vivir a Betel. En ese lugar harás un altar al Dios que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.» Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que lo acompañaban:

—Saquen todos los dioses extraños que hay entre ustedes, báñense y cámbiense de ropa. Vámonos pronto a Betel, pues allá voy a construir un altar en honor del Dios que me ayudó cuando yo estaba afligido, y que me ha acompañado por dondequiera que he andado.

Ellos le entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían y los aretes que llevaban en las orejas, y Jacob los enterró debajo de una encina que estaba cerca de Siquem. Cuando ellos salieron, Dios hizo que todos los pueblos vecinos tuvieran mucho miedo, y por eso no persiguieron a los hijos de Jacob.

Jacob y toda la gente que iba con él llegaron a Luz, ciudad que también se llama Betel y que está en Canaán. Y construyó un altar, y llamó al lugar El-betel, porque cuando huía de su hermano, Dios se le había aparecido allí. También allí murió Débora, la mujer que había cuidado a Rebeca, y la enterraron debajo de una encina, cerca de Betel. Jacob llamó a este lugar «La encina del llanto».

Cuando Jacob regresaba de Padán-aram, Dios se le apareció otra vez y lo bendijo 10 de esta manera:

«Tú te llamas Jacob,
pero ya no te llamarás así;
desde hoy tu nombre será Israel.»

Después que Dios le cambió el nombre, 11 le dijo:

«Yo soy el Dios todopoderoso;
ten muchos hijos y descendientes.
De ti saldrá una nación y muchos pueblos,
y entre tus descendientes habrá reyes.
12 La tierra que les di a Abraham y a Isaac,
también te la doy a ti,
y después de ti se la daré a tus descendientes.»

13 Cuando Dios se fue del lugar en donde había hablado con Jacob, 14 éste tomó una piedra y la puso de pie, como un pilar, en el lugar donde Dios le había hablado; luego la consagró derramando aceite y vino sobre ella, 15 y llamó Betel a aquel lugar.

Reflexiona

¿Qué dijo Jacob a su familia que hicieran (versículos 2–3)? ¿Cuál fue el mensaje de Dios para Jacob (versículos 10–12)? ¿Qué nuevo nombre se le dio a Jacob? Jacob erigió y consagró una piedra conmemorativa en Betel (versículo 14), como había hecho antes (Génesis 28:18). ¿De qué manera tu comunidad de fe consagra objetos o lugares como monumentos?

Ora

Dios todopoderoso, cada día te agradezco y te alabo por tus bendiciones. Ayúdame a servirte y a compartir tus bendiciones con quienes encuentre hoy. Oro en tu santo nombre. Amén.

Lectura para mañana

Salmos 61: hallar seguridad con Dios.