La renovadora Palabra: regocijo de Dios
Introducción
Éxodo 17:1-16: Después de salir del desierto de Sin, los israelitas acampan en Refidim, pero no había agua para beber. El pueblo se queja ante Moisés; Moisés ora al Señor, que le dice que golpee la roca con la vara usada para golpear el Nilo y convertir el agua en sangre (véase Éxodo 7:14-25). El agua fluye de la roca. La lectura termina con un relato de la batalla de los israelitas con los amalecitas.
Lectura para hoy
Agua de la roca
17 Toda la comunidad israelita salió del desierto de Sin, siguiendo su camino poco a poco, de acuerdo con las órdenes del Señor. Después acamparon en Refidim, pero no había agua para que el pueblo bebiera, 2 así que le reclamaron a Moisés, diciéndole:
—¡Danos agua para beber!
—¿Por qué me hacen reclamaciones a mí? ¿Por qué ponen a prueba a Dios? —contestó Moisés.
3 Pero el pueblo tenía sed, y hablaron en contra de Moisés. Decían:
—¿Para qué nos hiciste salir de Egipto? ¿Para matarnos de sed, junto con nuestros hijos y nuestros animales?
4 Moisés clamó entonces al Señor, y le dijo:
—¿Qué voy a hacer con esta gente? ¡Un poco más y me matan a pedradas!
5 Y el Señor le contestó:
—Pasa delante del pueblo, y hazte acompañar de algunos ancianos de Israel. Llévate también el bastón con que golpeaste el río, y ponte en marcha. 6 Yo estaré esperándote allá en el monte Horeb, sobre la roca. Cuando golpees la roca, saldrá agua de ella para que beba la gente.
Moisés lo hizo así, a la vista de los ancianos de Israel, 7 y llamó a aquel lugar Meribá porque los israelitas le habían hecho reclamaciones, y también lo llamó Masá porque habían puesto a prueba a Dios, al decir: «¿Está o no está el Señor con nosotros?»
Guerra contra los amalecitas
8 Los amalecitas se dirigieron a Refidim para pelear contra los israelitas. 9 Entonces Moisés le dijo a Josué:
—Escoge algunos hombres y sal a pelear contra los amalecitas. Yo estaré mañana en lo alto del monte, con el bastón de Dios en la mano.
10 Josué hizo lo que Moisés le ordenó, y salió a pelear contra los amalecitas. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Hur subieron a lo alto del monte. 11 Cuando Moisés levantaba su brazo, los israelitas dominaban en la batalla; pero cuando lo bajaba, dominaban los amalecitas. 12 Pero como a Moisés se le cansaban los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentara en ella. Luego Aarón y Hur le sostuvieron los brazos, uno de un lado y el otro del otro. De esta manera los brazos de Moisés se mantuvieron firmes hasta que el sol se puso, 13 y Josué derrotó al ejército amalecita a filo de espada.
14 Entonces el Señor le dijo a Moisés:
—Escribe esto en un libro, para que sea recordado; y dile a Josué que voy a borrar por completo el recuerdo de los amalecitas.
15 Moisés hizo un altar, al que puso por nombre «El Señor es mi bandera», 16 y dijo:
«¡La bandera del Señor en la mano!
¡El Señor está en guerra con Amalec
de una generación a otra!»
Texto clave para hoy: Éxodo 17:15
Moisés hizo un altar, al que puso por nombre “El Señor es mi bandera”.
Reflexiona
¿Qué dijo el pueblo al quejarse ante Moisés (versículo 3)? ¿Cuál fue la oración de Moisés al Señor (versículo 4)? ¿De qué manera el pueblo puso a prueba al Señor? En la batalla contra los amalecitas, ¿qué sucedía cuando Moisés bajaba sus brazos? ¿Qué hicieron Aarón y Hur? ¿De qué maneras tu comunidad de fe sostiene a sus líderes?
Ora
Dios todopoderoso, con tu Palabra viva calmas mi sed y revives mi alma. Fortaleces mi fe día a día. Que siempre diga tus instrucciones. Amén.
Lectura para mañana
Salmos 75: Dios es un juez justo.