La Palabra de Dios que guía: amor

Introducción

Juan 10:22–42: Jesús continúa describiendo su relación con sus seguidores. Algunas personas le preguntan si es el Mesías, y Jesús responde declarando que las obras que realiza por la autoridad de su Padre hablan en su favor. Algunas personas intentan apedrearlo, mientras que muchos otros creen en él.

Lectura para hoy

22 Era invierno, y en Jerusalén estaban celebrando la fiesta en que se conmemoraba la dedicación del templo. 23 Jesús estaba en el templo, y andaba por el Pórtico de Salomón. 24 Entonces los judíos lo rodearon y le preguntaron:

—¿Hasta cuándo nos vas a tener en dudas? Si tú eres el Mesías, dínoslo de una vez.

25 Jesús les contestó:

—Ya se lo dije a ustedes, y no me creyeron. Las cosas que yo hago con la autoridad de mi Padre, lo demuestran claramente; 26 pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. 27 Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen.28 Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará. 29 Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. 30 El Padre y yo somos uno solo.

31 Los judíos volvieron a tomar piedras para tirárselas, 32 pero Jesús les dijo:

—Por el poder de mi Padre he hecho muchas cosas buenas delante de ustedes; ¿por cuál de ellas me van a apedrear?

33 Los judíos le contestaron:

—No te vamos a apedrear por ninguna cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras son una ofensa contra Dios. Tú no eres más que un hombre, pero te estás haciendo Dios a ti mismo.

34 Jesús les dijo:

—En la ley de ustedes está escrito: “Yo dije que ustedes son dioses.” 35 Sabemos que lo que la Escritura dice, no se puede negar; y Dios llamó dioses a aquellas personas a quienes dirigió su mensaje. 36 Y si Dios me consagró a mí y me envió al mundo, ¿cómo pueden ustedes decir que lo he ofendido porque dije que soy Hijo de Dios? 37 Si yo no hago las obras que hace mi Padre, no me crean. 38 Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean en las obras que hago, para que sepan de una vez por todas que el Padre está en mí y que yo estoy en el Padre.

39 Otra vez quisieron arrestarlo, pero Jesús se les escapó.

40 Regresó Jesús al otro lado del Jordán, y se quedó allí, en el lugar donde Juan había estado antes bautizando. 41 Mucha gente fue a verlo, y decían:

—De veras, aunque Juan no hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que dijo de este hombre era verdad.

42 Y muchos en aquel lugar creyeron en Jesús.

Versículo clave de hoy: Juan 10:27

[Jesús dijo:] Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen.

Reflexiona

¿Cómo responde Jesús cuando le preguntan si es el Mesías (versículos 25–30)? ¿Por qué las personas quieren apedrearlo (versículo 33)? ¿Cómo responde Jesús (versículos 34–38)? Vuelve a leer los versículos 27 y 28. ¿Qué consuelo les da Jesús a sus seguidores? ¿Con quién podrías compartir estas palabras reconfortantes hoy?

Ora

Amado Jesús, como una de tus ovejas, conoces mi nombre. Te agradezco por la promesa de la vida eterna contigo y la seguridad de que nadie puede arrebatarme de ti. Ayúdame a escuchar tu voz cada día para que siempre te siga. Amén.

Y ahora, unámonos en oración por los esfuerzos de socorro proporcionados por la Sociedad Bíblica en Marruecos para las víctimas del devastador terremoto del pasado septiembre.Señor Dios, cuando un terremoto de magnitud 6.8 golpeó el sur de Marruecos, miles de personas perdieron la vida. En el período posterior, la Sociedad Bíblica en Marruecos organizó un esfuerzo de socorro para apoyar a los sobrevivientes del desastre distribuyendo alimentos esenciales y suministros médicos a creyentes y a otras personas en regiones aisladas afectadas por el terremoto. Oramos, Señor Dios, para que los continuos esfuerzos de socorro de la Sociedad Bíblica, fortalecidos por tu Palabra, ayuden a llevar paz a las víctimas de este desastre. Oramos en tu santo nombre. Amén.

Lectura para mañana

Juan 11:1–27: Jesús recibe la noticia de que su amigo Lázaro está enfermo.