La salvadora Palabra de Dios: esperanza

Introducción

Mateo 21:1-22: Jesús entra a Jerusalén, montado sobre un humilde burro, y es aclamado por la multitud. Luego entra al templo, echa a los cambistas, y sana a personas. Al hacer eso, enoja a los líderes religiosos. La lectura para hoy concluye cuando Jesús maldice a la higuera, para simbolizar la ira de Dios contra quienes se oponen a las enseñanzas de Jesús. (Véase Jeremías 8:12-13 en donde una higuera marchitada simboliza el juicio de Dios.)

Lectura para hoy

Jesús entra en Jerusalén

21 Cuando ya estaban cerca de Jerusalén y habían llegado a Betfagé, al Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles:

—Vayan a la aldea que está enfrente. Allí encontrarán una burra atada, y un burrito con ella. Desátenla y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, díganle que el Señor los necesita y que en seguida los devolverá.

Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo el profeta, cuando escribió:

«Digan a la ciudad de Sión:
“Mira, tu Rey viene a ti,
humilde, montado en un burro,
en un burrito, cría de una bestia de carga.”»

Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado. Llevaron la burra y su cría, echaron sus capas encima de ellos, y Jesús montó. Había mucha gente. Unos tendían sus capas por el camino, y otros tendían ramas que cortaban de los árboles. Y tanto los que iban delante como los que iban detrás, gritaban:

—¡Hosana al Hijo del rey David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!

10 Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se alborotó, y muchos preguntaban:

—¿Quién es éste?

11 Y la gente contestaba:

—Es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.

Jesús purifica el templo

12 Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero a la gente, y los puestos de los que vendían palomas; 13 y les dijo:

—En las Escrituras se dice: “Mi casa será declarada casa de oración”, pero ustedes están haciendo de ella una cueva de ladrones.

14 Se acercaron a Jesús en el templo los ciegos y los cojos, y él los sanó. 15 Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley vieron los milagros que hacía, y oyeron que los niños gritaban en el templo: «¡Hosana al Hijo del rey David!», se enojaron 16 y dijeron a Jesús:

—¿Oyes lo que ésos están diciendo?

Jesús les contestó:

—Sí, lo oigo. Pero ¿no han leído ustedes la Escritura que habla de esto? Dice:

“Con los cantos de los pequeños,
de los niñitos de pecho,
has dispuesto tu alabanza.”

17 Entonces los dejó, y se fue de la ciudad a Betania, donde pasó la noche.

Jesús maldice la higuera sin fruto

18 Por la mañana, cuando volvía a la ciudad, Jesús sintió hambre. 19 Vio una higuera junto al camino y se acercó a ella, pero no encontró más que hojas. Entonces le dijo a la higuera:

—¡Nunca más vuelvas a dar fruto!

Y al instante la higuera se secó. 20 Al ver lo ocurrido, los discípulos se maravillaron y preguntaron a Jesús:

—¿Cómo es que la higuera se secó al instante?

21 Jesús les contestó:

—Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: “Quítate de ahí y arrójate al mar”, así sucederá. 22 Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.

Texto clave para hoy: Mateo 21:9b

“¡Hosana al Hijo del rey David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!”

Reflexiona

¿Por qué las acciones de Jesús suponen una amenaza al orden establecido de la comunidad del templo? ¿De qué manera sus acciones demuestran la venida del Reino de Dios y la restauración de la verdadera adoración? ¿Alguna vez sucedió en tu comunidad de fe una situación que amenazaba el orden establecido? ¿Cuál fue el resultado?

Ora

Dios de amor, que tu presencia sea notoria en nuestras comunidades de fe cuando te honramos y adoramos. ¡Alabado seas, Señor y Dios! Oro en tu santo nombre. Amén.

Lectura para mañana

Mateo 21:23-46: Jesús cuenta dos historias sobre quién entrará al Reino de Dios.