La salvadora Palabra de Dios: renovación espiritual
Introducción
Oseas 6:1—7:2: El Señor espera fidelidad, pero el amor del pueblo por el Señor se desvanece como el temprano rocío de la mañana. El mensaje del Señor es uno de juicio y destrucción debido a las malas acciones del pueblo.
Lectura para hoy
El Señor acusa a los sacerdotes
4 Dice el Señor:
«¡Que nadie acuse ni reprenda a otro!
Mi pleito es sólo contra ti, sacerdote.
5 Tú caerás en pleno día,
y por la noche
caerá también contigo el profeta,
y a tu madre la destruiré.
6 Mi pueblo no tiene conocimiento,
por eso ha sido destruido.
Y a ti, sacerdote, que rechazaste el conocimiento,
yo te rechazo de mi sacerdocio.
Puesto que tú olvidas las enseñanzas de tu Dios,
yo me olvidaré de tus descendientes.
7 »Cuantos más eran los sacerdotes, más pecaban contra mí;
por lo tanto, cambiaré su honra en afrenta.
8 Viven del pecado de mi pueblo;
por eso anhelan que mi gente peque.
9 Lo mismo al pueblo que a los sacerdotes,
los castigaré por su conducta.
10 Puesto que han dejado de servir al Señor,
comerán, pero no quedarán satisfechos;
se prostituirán, pero no tendrán hijos.
Israel habla de volverse al Señor
6 Vengan todos y volvámonos al Señor.
Él nos destrozó, pero también nos sanará;
nos hirió, pero también nos curará.
2 En un momento nos devolverá la salud,
nos levantará para vivir delante de él.
3 ¡Esforcémonos por conocer al Señor!
El Señor vendrá a nosotros,
tan cierto como que sale el sol,
tan cierto como que la lluvia riega la tierra
en otoño y primavera.
La respuesta del Señor
4 Dice el Señor:
«¿Qué haré contigo, Efraín?
¿Qué haré contigo, Judá?
El amor que ustedes me tienen
es como la niebla de la mañana,
como el rocío de madrugada, que temprano desaparece.
5 Por eso los he despedazado mediante los profetas;
por medio de mi mensaje los he matado.
Mi justicia brota como la luz.
6 Lo que quiero de ustedes es que me amen,
y no que me hagan sacrificios;
que me reconozcan como Dios,
y no que me ofrezcan holocaustos.
7 »Pero mi pueblo, lo mismo que Adán,
ha faltado a mi alianza y me ha sido infiel.
8 Galaad es una ciudad de malhechores,
toda llena de huellas de sangre.
9 Los sacerdotes son una pandilla de ladrones
puestos al acecho de la gente;
asesinan y cometen infamias
en el camino de Siquem.
10 En Israel he visto cosas horribles:
Efraín se ha prostituido,
Israel se ha contaminado.
11 Y aun para ti, Judá,
ya he señalado el día de tu castigo.
»Cuando quiero cambiar la suerte de mi pueblo Israel,
7 cuando quiero curar a mi pueblo, a Efraín y a Samaria,
salta a la vista su pecado y su maldad.
Porque todos practican la mentira;
como ladrones, entran en las casas
y asaltan a la gente en plena calle.
2 No toman en cuenta
que yo recuerdo todas sus maldades.
Ahora los acorralan sus propias acciones,
que están siempre delante de mis ojos.
Texto clave para hoy: Oseas 6:6
[El Señor dice:] “Lo que quiero de ustedes es que me amen, y no que me hagan sacrificios; que me reconozcan como Dios, y no que me ofrezcan holocaustos”.
Reflexiona
¿Qué dice el pueblo que hará (6:1-3)? ¿Cómo responde el Señor (6:4-6)? ¿Qué actos malvados se mencionan en 6:7-10? ¿Qué impide que el Señor ayude a Israel (7:1-2)? ¿Cuándo has sentido la necesidad de ser sanado del pecado y restaurado en tu relación con Dios?
Ora
Amado Dios, tú ves en lo profundo de mi corazón y conoces cada uno de mis pensamientos. Límpiame de cualquier maldad que aceche en mi corazón y mente. Acércame a ti para que pueda vivir en la presencia de tu amor eterno. Amén.
Lectura para mañana
Oseas 8:1-14: Israel es condenado por la adoración a ídolos.