Introducción

Salmos 32: Este salmo comienza celebrando la dicha de aquellos cuyos pecados han sido perdonados. Lo que sigue es una descripción de la vida tal como se experimenta antes y después de confesar los pecados (versículos 3–5). El autor anima a las personas a orar y concluye con una alabanza a la justicia del Señor.

Versículo bíblico para hoy: Salmos 32:1

Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo.

Lectura

(1a) Instrucción de David.

32 (1b) Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados
le han sido perdonados por completo.
Feliz el hombre que no es mal intencionado
y a quien el Señor no acusa de falta alguna.

Mientras no confesé mi pecado,
mi cuerpo iba decayendo
por mi gemir de todo el día,
pues de día y de noche
tu mano pesaba sobre mí.
Como flor marchita por el calor del verano,
así me sentía decaer.

Pero te confesé sin reservas
mi pecado y mi maldad;
decidí confesarte mis pecados,
y tú, Señor, los perdonaste.

Por eso, en momentos de angustia
los fieles te invocarán,
y aunque las aguas caudalosas se desborden,
no llegarán hasta ellos.
Tú eres mi refugio:
me proteges del peligro,
me rodeas de gritos de liberación.

El Señor dice:
«Mis ojos están puestos en ti.
Yo te daré instrucciones,
te daré consejos,
te enseñaré el camino que debes seguir.
No seas como el mulo o el caballo,
que no pueden entender
y hay que detener su brío
con el freno y con la rienda,
pues de otra manera no se acercan a ti.»

10 Los malvados tendrán muchos dolores,
pero el amor del Señor envuelve
a los que en él confían.
11 Alégrense en el Señor,
hombres buenos y honrados;
¡alégrense y griten de alegría!

Reflexiona

Describe los sentimientos del salmista antes y después de la confesión. ¿Alguna vez te has sentido así? ¿Cómo has experimentado el perdón de Dios? ¿Qué pecados necesitas confesar hoy?

Ora

Señor Dios, tú eres mi refugio. Acudo a ti en oración en mi momento de necesidad. Hoy busco tu perdón y confieso _________________. Canto en voz alta tu salvación y me regocijo por tu justicia. Amén.

Lectura para mañana

Salmos 56: Oración de confianza en Dios.