Un río, una guitarra y un buen descanso

Cuando yo vivía en México con mis padres y mi hermano, teníamos una pequeña tienda donde vendíamos comestibles, productos de limpieza, artículos de ferretería y mucho más. Tengo muchas buenas memorias de esa etapa de mi vida, pero sin duda alguna, lo mejor de tener la tienda (en mi opinión) era la flexibilidad que nos brindaba. Uno de mis lugares favoritos hasta el día de hoy es un río cercano a mi pueblo natal, donde solíamos ir, incluso sin haber planeado con más de una hora de anticipación. Bastaba con que mi papá preguntara quién quería ir al río, para que aceleradamente todos comenzáramos a empacar lo necesario, incluyendo una buena variedad de frituras de maíz, hamaca y guitarra. La excursión era de lo más divertido y relajado que se puede imaginar. Había música y canciones para Dios, comida, natación, juegos y descanso.

El día de descanso es de Dios y para Dios

Ahora que vivo en una de las ciudades más grandes de Estados Unidos, con nostalgia recuerdo esas aventuras de antaño en zonas remotas. Aunque reconozco que ahora como adulto tengo un sinnúmero de responsabilidades de todo tipo, aunadas a la locura que implica la vida en una ciudad grande, tengo que ser proactivo y planear de manera deliberada mis descansos así como aprender a descansar como nos enseña la Biblia.

El día de descanso es para Dios; descansemos en él y para él. Descansar en él significa confiar en él plenamente sabiendo que él tiene el control de nuestra vida, que podemos tomar tiempo para estar con él y que él es fiel para suplir todas nuestras necesidades. Significa tomar el tiempo para reconocer y recordar su bondad y su poder para poner la vida en perspectiva, sabiendo que él es el Dios soberano que merece toda la honra. Descansar para él significa realizar actividades que, en palabras del pastor John Piper, «…te refresquen (en lo intelectual, espiritual y en lo físico) para seguir sirviendo a Dios». Con ello concuerda también el pastor Adam Mabry en su libro The Art of Rest (El Arte de Descansar) cuando escribe «El descanso del día de reposo se trata de recuperar nuestro capital emocional y físico de Dios. Es el acto de detenernos lo suficiente para respirar en su poder refrescante.».

Dios nos invita a descansar de nuestro trabajo para pasar tiempo con él, con nuestros seres queridos y además para disfrutar actividades sanas y divertidas. El mundo no depende de mí, pero para ser efectivo y estar saludable (está científicamente probado) es imperativo descansar. Por mandamiento de Dios y por necesidad, tengo que descansar; debo planear tiempo para mi devocional, tiempo para adorar a Dios con otros cristianos, tiempo para leer y aprender, tiempo para pasar con mi esposa, tiempo para mis amigos y tiempo para jugar tenis de mesa (que aparte de ser un deporte de alto rendimiento, es también muy divertido).

Sólo en Dios halla descanso mi alma

Descansar es esencial, pero quiero enfatizar que el descanso completo y verdadero lo podemos encontrar solo en Dios, como nos lo recuerda el libro de Salmos.

«Sólo en Dios halla descanso mi alma»
Salmos 62:1a 

«El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar.»
Salmos 23:1-2a 

Es cierto que podemos divertirnos y tomar una siesta para refrescar nuestra mente y descansar nuestro cuerpo, pero sin Dios, el descanso será solamente parcial. Jesús dijo «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (Mateo 11:28), y dejó en claro que el día de reposo es de y para él (Mateo 12:8).

Reflexión y acción

Lee y reflexiona en Mateo 6:25-33 y en las siguientes preguntas.

  • ¿Dedicas un tiempo especial para descansar y estar con Dios?
  • ¿En dónde pasas tu tiempo especial con Dios?
  • ¿Crees que Dios es lo suficientemente fiel como para mandarnos descansar en él y para él y al mismo tiempo suplir todas necesidades?

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