Reflexiona:

«Si ustedes se mantienen unidos a mí, yo me mantendré unido a ustedes.»

Piensa:

Imagina un celular de última generación con muchas funcionalidades, pero que no tiene la capacidad de conectarse a la red telefónica o wifi, sería inútil ¿no crees? Son muy pocas las cosas para las que podría utilizarse y por lo tanto terminaría en la basura o por lo menos arrumbado en un cajón.

En la vida espiritual muchas veces nos podemos «quedar sin señal» como nos dice el Evangelio de hoy. Ya sea por apatía o exceso de confianza en nuestras propias capacidades, a veces nos separamos de Dios, extraviamos el rumbo y nos sumimos en una espiral de depresión sin saber qué es lo que nos sucede. Y muchas veces tardamos en darnos cuenta qué lo que pasó es que perdimos la conexión con la fuente de la paz y la alegría: Dios.

El Evangelio de hoy es continuación del diálogo de Jesús con sus discípulos, ayer reflexionábamos sobre la paz que nos ofrece, y hoy les recuerda —y no recuerda— que para mantenernos en esa paz es necesario aferrarnos a su amor.

Reflexiona: ¿Te has sentido triste o vacío sin que puedas encontrar la calma en la vida cotidiana? ¿Te parece que las cosas que logras no tienen sentido?

¿Cuándo fue la última vez que «encendiste tu señal» para conectarte con Dios? ¿Te mantienes a su lado para recibir su palabra y su gracia?

No vaya a ser que sin darte cuenta te hayas puesto en «modo avión» y ahora te sientes desorientado. Recuerda que sin él nada podemos, nos ha dado muchos dones y capacidades, pero es necesario mantenernos en su amor para poder encontrar sentido a nuestras acciones.

Dialoga:

Señor Jesús, tu eres la fuente de energía para mi alma y tu amor el alimento para mi vida, sin ti nada puedo y hoy me doy cuenta de que cuando me aparto de ti mi vida pierde rumbo. Ayúdame a mantenerme siempre en conexión contigo y mantenerme atento a tu palabra, para saber siempre por donde ir.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, no permitas que me separe de ti»

Recalculando:

Para recalcular tu vida, te invito a que hagas una lista de las veces en el día, en la semana, o en el mes que tú acudes a orar con la Palabra de Dios. Esta es la verdadera conexión, úsala siempre. Y si conoces a alguna persona que te rodea que sufre por «falta de conexión con Dios» ayúdala a encontrarse con el Señor y enséñale alguna oración para aumentar su fe.

Texto del Evangelio de hoy: San Juan 15:1-8

Jesús continuó diciendo a sus discípulos:

«Yo soy la vid verdadera, y Dios mi Padre es el que la cuida. Si una de mis ramas no da uvas, mi Padre la corta; pero limpia las ramas que dan fruto para que den más fruto. Ustedes ya están limpios, gracias al mensaje que les he anunciado.

»Si ustedes se mantienen unidos a mí, yo me mantendré unido a ustedes. Ya saben que una rama no puede producir uvas si no se mantiene unida a la planta. Del mismo modo, ustedes no podrán hacer nada si no se mantienen unidos a mí.

»El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada. Al que no se mantenga unido a mí, le pasará lo mismo que a las ramas que no dan fruto: las cortan, las tiran y, cuando se secan, les prenden fuego.

»Si ustedes se mantienen unidos a mí y obedecen todo lo que les he enseñado, recibirán de mi Padre todo lo que pidan. Si ustedes dan mucho fruto y viven realmente como discípulos míos, mi Padre estará orgulloso de ustedes.»

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.