Reflexiona:
Jesús dijo: «Los que confíen en mí y usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas».
Piensa:
Algunos de los slogans publicitarios más famosos del mundo nos hablan sobre el poder de la confianza: «Si lo puedes soñar, lo puedes crear», «Nada es imposible», y aunque estas marcas usan estas frases con fines de marketing, la verdad es que no se equivocan. Cuando somos capaces de creer que las cosas son posibles, nos ponemos en la disposición de buscar la forma de hacerlas realidad.
Cuántas veces al observar el camino que recorren muchas personas para lograr el éxito nos damos cuenta de los problemas que han superado, los retos que han vencido, y sentimos que son personas extraordinarias. Pero la verdad es que son tan normales como tú y como yo; la única diferencia es la confianza que tienen en sus proyectos, eso lo que los impulsa para superar todas las barreras hasta lograr sus objetivos.
En la vida espiritual pasa lo mismo. Cuando somos capaces de dejar de lado la racionalización de la fe y abrimos el corazón para dejar entrar el mensaje de Dios, entonces podemos hacer cosas extraordinarias. Quizá no sanaremos enfermos o resucitemos muertos; pero podemos sanar un corazón herido, llevando un mensaje de esperanza a quien sufre. Podemos devolver la vida a nuestro hogar, cambiando nuestro egoísmo por una actitud de servicio y colaboración. No multiplicamos panes, pero podemos sumar nuestros esfuerzos a las causas que buscan un mundo más justo y equitativo para todos.
Sí, cuando creemos realmente que Jesús está vivo y que nos ha enviado a predicar su mensaje de amor, somos capaces de hacer cosas extraordinarias en su nombre. ¿Lo crees?
Dialoga:
Señor Jesús, en muchas ocasiones mi falta de fe me ha apartado de la misión que me has encomendado. Pero, hoy quiero aceptar de nuevo la misión de ser un discípulo que predique la alegría de tu resurrección. Con tu ayuda sé que podré ser el reflejo de tu amor para todas las personas que me rodean. Dame la gracia de ser fiel, para escucharte, creerte y poner en práctica tus enseñanzas, para que, a través de mi ejemplo, otras personas crean que tú eres el Hijo de Dios.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Señor, hazme un discípulo fiel»
Recalculando:
La fe se manifiesta también exteriormente. Por lo que te invito a que hagas una obra de misericordia, por ejemplo, puedes visitar a alguien que esté con problemas de salud y sentirte cercano a esta persona. Estas pequeñas obras, van forjando tu carácter cristiano y notarás en ti una gran diferencia cuando las practiques con frecuencia.
Texto del Evangelio de hoy: San Marcos 16:15-20
Jesús les dijo:
«Vayan por todos los países del mundo y anuncien las buenas noticias a todo el mundo. Los que crean en mí y se bauticen, serán salvos. Pero a los que no crean en mí, yo los voy a rechazar. Los que confíen en mí y usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas: Podrán expulsar demonios; podrán hablar idiomas nuevos y extraños; podrán agarrar serpientes o beber algo venenoso, y nada les pasará. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán.»
Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con sus discípulos, Dios lo subió al cielo. Allí, Jesús se sentó en el lugar de honor, al lado derecho de Dios.
Y los discípulos, por su parte, salieron a anunciar por todas partes las buenas noticias del reino. El Señor Jesús los acompañaba y los ayudaba por medio de señales milagrosas, y así Dios demostraba que los discípulos predicaban el mensaje verdadero. Amén.
Las tres mujeres fueron a ver a Pedro y a los otros discípulos, y les dieron un corto informe de lo que ellas habían oído. Después, Jesús envió a los discípulos a todos los países del mundo, para anunciar el mensaje especial de Dios, que durará para siempre.
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.