Reflexiona:

[Jesús dijo]: «El que cree en el Hijo tiene la vida eterna».

Piensa:

En la vida, el paso del tiempo es inevitable, todo cambia con el tiempo, hace que las cosas crezcan y maduren. En 1 Corintios hay un texto que dice: «Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño» (13:11).

Y esto viene a reforzar la invitación que nos hace Jesús en el texto de hoy. Jesús nos llama a dejar atrás las cosas terrenales y aspirar a lo divino. En semanas anteriores hemos visto su muerte y su resurrección, en la cual deja su nivel terrenal y regresa a su nivel divino. Y eso es lo que nos invita a compartir con él.

El mundo nos ha encerrado en una eterna búsqueda de lo infinito, pareciera que nunca es suficiente el «tener». Buscamos escalar en lo académico con licenciaturas, maestrías, doctorados, diplomados, etc. En la vida laboral siempre buscamos ir escalando puestos. Pero muy pocas veces seguimos esa misma tendencia en la vida espiritual, sino que por el contrario llega un momento en que nos estancamos, dejamos de preocuparnos por crecer como hijos de Dios, y nos conformamos con hacer el mínimo para sentirnos bien.

Desde el inicio de la Cuaresma y ahora en Pascua, hemos ido descubriendo la enormidad del misterio de Dios-Hombre y este proceso es también un momento de autodescubrimiento de nuestra vida como cristianos. No debemos continuar siendo gente mundana, sino que debemos madurar a una vida más espiritual, más cercana a Dios y a su voluntad.

Dialoga:

Señor Jesús, gracias por permitirme conocerte. Te pido que me ayudes a tener una fe firme que convierta en obras tus enseñanzas, para que mi testimonio de vida ayude a otros a encontrarse contigo.

Concéntrate:

Repite varias veces durante el día: «Señor, ayúdame a creer para crecer en la fe»

Recalculando:

Hoy puedes revisar tu vida de fe y de dudas. Obvio, las dudas son importantes cuando pueden ser superadas. Necesitamos algunas veces que podamos dudar, pero esto nos debe impulsar a buscar la verdad en Jesús. Vamos a identificar en nuestro interior alguna duda para pedirle al Señor que nos ayude a crecer en la fe. Y también si conoces a alguna persona que está con dudas, acércate, inicia un diálogo y preséntale la posibilidad de despejar esa situación y poder afianzar su fe. También esto te ayudará a ser un discípulo misionero.

Texto del Evangelio de hoy: San Juan 3:31-36

«El Hijo de Dios viene del cielo, y es más importante que todos los que vivimos aquí en la tierra y hablamos de las cosas que aquí suceden. El que viene del cielo es más importante, y habla de lo que ha visto y oído en el cielo. Sin embargo, muchos no quieren creer en lo que él dice. Pero si alguien le cree, reconoce que Dios dice la verdad, ya que cuando el Hijo habla, el que habla es Dios mismo, porque Dios le ha dado todo el poder de su Espíritu.

»Dios, el Padre, ama al Hijo, y le ha dado poder sobre todo el universo. El que cree en el Hijo tiene la vida eterna, pero el que no obedece al Hijo no tiene la vida eterna, sino que ha sido condenado por Dios.»

Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.