Centro de recursos bíblicos de American Bible Society
«Después que murió Josué, los israelitas consultaron al Señor para saber cuál de las tribus debía atacar primero a los cananeos» (Jueces 1:1).
¿Por qué el libro de los Jueces es especial?
El libro de Jueces es parte de una gran historia que va desde el Deuteronomio a 2 Reyes y que narra lo que vivió el pueblo especial de Dios, Israel, en la Tierra prometida de Canaán. Jueces narra el periodo desde el asentamiento en Canaán hasta antes de que se unieran como una nación bajo el liderazgo de un rey.
Durante este tiempo el Señor eligió líderes especiales conocidos como «jueces» para ayudar a las tribus a derrotar a sus enemigos. Algunos jueces fueron líderes de todas las tribus al mismo tiempo, pero lo normal era que un juez liderara pocas tribus. Las historias de estos héroes de Israel constituyen la mayor parte del libro de Jueces.
Nos llama la atención que, aunque Jueces viene inmediatamente después de Josué, la imagen que presenta del establecimiento de Israel en la Tierra prometida es diferente. Mientras que Josué describe una victoria rápida y decisiva sobre los pueblos indígenas de Canaán, el libro de Jueces parece describir un establecimiento lento y a menudo acomodaticio de los israelitas entre los cananeos.
El telón de fondo del libro de Jueces es la interacción entre los israelitas y los cananeos.
¿Por qué se escribió el libro de los Jueces?
Para que el pueblo de Israel pudiera sobrevivir como nación debían obedecer la ley de Dios y adorarlo solo a él. De hacerlo, permanecerían en la tierra de Canaán y recibirían las bendiciones del Señor.
Los israelitas no demostraron una fuerte y duradera lealtad hacia el Señor. El libro de Jueces describe cómo el comportamiento del pueblo de Israel seguía el siguiente ciclo: la gente desobedecía al Señor y adoraba a otros dioses; el Señor permitía que los enemigos de Israel lo castigaran; el pueblo pedía ayuda al Señor; el Señor elegía a un Libertador, o «juez», para conducir al pueblo en las batallas que libraban contra sus enemigos; y tras la muerte del juez, el ciclo se repetía otra vez.
La conquista de Canaán fue entonces una lucha con dos caras: por un lado, se cuenta la batalla de las tribus israelitas y los cananeos por el control de la Tierra, en el cual la fe de Israel fue puesta a prueba por las religiones de sus vecinos. El pueblo tuvo que aprender que debía adorar solo al Señor y que cuando era infiel, sobrevenía el castigo de Dios. Pero más importante aún, es que el libro también demuestra que el Señor estaba listo y dispuesto a ofrecer a los israelitas la oportunidad de empezar de nuevo; estaba siempre dispuesto a oír su oración, a perdonarlos y a librarlos de sus enemigos. Aunque a menudo abandonaron al Señor, Dios, en su eterna fidelidad, no se rindió con ellos.
¿Cuál es la historia del libro de los Jueces?
Generalmente, los académicos están de acuerdo con que el período de los Jueces comienza con la muerte de Josué alrededor del año 1200 a. C. y continúa hasta que Samuel, el último de los Jueces, elige a Saúl como el primer rey de Israel alrededor del año 1030 a. C. (1 Samuel 12). Durante este tiempo, Israel era más un grupo de tribus sin mucha organización que un país unificado, una nación.
Los jueces, quienes eran héroes locales por lo general, reunían temporalmente una parte del pueblo. Al respecto, el autor nos ofrece este resumen sobre Israel en la época de los jueces: «En aquella época aún no había rey en Israel y cada cual hacía lo que le daba la gana» (21:25). No había un líder que unificara a todas las tribus.
La perspectiva en el libro de Jueces es que hasta que el pueblo de Israel no estuviera unido bajo el liderazgo de un líder, de un rey, la desobediencia y el castigo seguirían siendo la forma de vida del pueblo. La religión y la cultura cananea ejercían una fuerte influencia sobre los israelitas tentándolos a desobedecer constantemente a Dios.
Los jueces que lideraron a Israel en este tiempo violento e inestable no eran jueces en un sentido estrictamente jurídico, aunque Débora y Samuel a veces desempeñaban un papel legal. Más bien, podemos entender estos jueces como líderes tribales especialmente seleccionados para guiar al pueblo en las batallas.
¿Cuál es la estructura del libro de los Jueces?
Después de una introducción (capítulos 1—2) que prepara el camino, el libro de los Jueces se nos presenta como una serie de historias independientes sobre los líderes (jueces) que surgieron para rescatar a las tribus de Israel (capítulos 3—16). Las acciones de algunos de ellos se describen detalladamente, mientras que los jueces «menores» solo son mencionados de manera breve.
En los capítulos finales (17—21) no se menciona a los jueces, la amenaza para el pueblo israelita no son los enemigos exteriores, sino aquellos dentro del propio Israel que continuamente daban la espalda al Señor. Estos capítulos dejan en claro que Israel sufría por la falta de liderazgo y su deslealtad al Señor y nos dan indicios de que sus problemas podrían solucionarse si se elegía un rey para gobernar a todas las tribus.
Podemos dividir el libro de la siguiente manera:
El siguiente resumen es unidireccional, que en el libro puede ser descrito como:
- Israel invade Canaán, pero se aleja del Señor (1:1—3:6)
- Las historias de los líderes elegidos de Israel, los jueces (3:7—16:31)
- Otoniel, Ehud y Samgar (3:7–31)
- Deborah (4:1—5:31)
- Gedeón (6:1—8:35)
- Abimélec, Tolá y Jaír (9:1—10:5)
- Jefté, Ibsán, Elón y Abdón (10:6—12:15)
- Sansón (13:1—16:31)
- Continúan los tiempos difíciles de Israel (17:1—21:25)
- La tribu de Dan y su lugar de adoración (17:1—18:31)
- El crimen de Guibeá y la guerra civil contra la tribu de Benjamín
«En aquella época aún no había rey en Israel, y cada cual hacía lo que le daba la gana» (Jueces 21:25).