La verdad
En la pasión de Jesús, tuvo que pararse ante Poncio Pilato, el gobernador romano. Hubo un diálogo entre Pilato y Jesús, el gobernador tratando de determinar quién era Jesús y por qué los líderes religiosos le estaban acusando. Pilato tenía muchas preguntas:
- ¿De qué acusan a este hombre? (a los líderes religiosos)
- ¿Eres tú el Rey de los judíos? (a Jesús)
- ¿Qué has hecho? (a Jesús)
- ¿Así que tú eres rey? (a Jesús)
- ¿Y qué es la verdad? (a Jesús que irónicamente es «la Verdad»)
La «verdad» estaba parada justo frente a Pilato, pero no la reconoció. Muchas veces pensamos que la verdad es un concepto, o una realidad personal —lo que me parece «verdad»— pero muchas veces no nos damos cuenta de que la verdad es una persona, el Dios-Hombre, Jesús. Él mismo dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre» (Juan 14:6).
Lo relativo de la verdad
Vivimos en un tiempo en que la definición de la verdad es lo que yo hago o declaro. La verdad es lo que yo creo. El problema es que llego a mi concepto de la verdad de la misma forma que lo hacían Pilato y los líderes religiosos. Y lo que predomina es lo que más me conviene, mis actividades predilectas, y lo que pienso que me hace más feliz y realizado. Así, la verdad deja de ser una persona divina y se convierte en algo relativo.
El historiador y novelista ruso Aleksandr Solzhenitzsyn dijo lo siguiente en un discurso en la Universidad de Harvard hace 40 años:
«La verdad nos elude si no nos concentramos con total atención en su búsqueda. E incluso mientras se nos escapa, la ilusión aún persiste de saberlo y lleva a muchos malentendidos. Además, la verdad rara vez es agradable; es casi invariablemente amarga.»
«La verdad rara vez es agradable»
Lo que dijo Solzhenitzsyn no significa que no debemos buscar la verdad, solo que muchas veces la verdad nos incomoda porque nos llama la atención y nos indica que la forma que queremos vivir no es la correcta, ni lo óptimo, ni lo mejor para nuestra alma y nuestro destino eterno.
¿Qué nos dice la Biblia acerca de la verdad? Además de identificar quién es la verdad, la revelación de Dios nos dice algo muy importante en cuanto a la verdad.
—Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres (Juan 8:31b–32).
«La verdad [nos] hará libres»
La verdad relativa, la verdad propia, la verdad de nuestro tiempo tienen la capacidad y propósito de esclavizarnos, aunque a la vez nos prometen libertad y felicidad. Al igual que Pilato nos paramos ante la verdad y le preguntamos «¿y qué es la verdad?» y, de acuerdo a nuestro propio pensamiento, no podemos reconocer que la verdad de Jesús nos hace verdaderamente libres. Es contra intuitivo según la sabiduría del mundo. Pero al llegar a este mundo, Jesús, por medio de quien el mundo fue hecho, nos da la posibilidad de aprender la verdad.
«Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad» (Juan 1:14).
«…porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo» (Juan 1:17).
La vida plena, la vida libre, la vida significativa, la vida eterna, la vida abundante, y la vida verdadera —todas tienen una sola fuente: Jesús. Vale la pena conocerlo y seguir su verdad.