24 de agosto

Introducción

1 Samuel 2:1–11: la lectura para hoy es la oración de Ana al ofrecer a Samuel como siervo del Señor. Ella ofrece alabanza y acción de gracias a Dios, celebrando las maneras en que Dios brinda seguridad, sustento y cuidado.

Versículo bíblico para hoy: 1 Samuel 2:1a

Y Ana oró de esta manera: “Señor, yo me alegro en ti de corazón porque tú me das nuevas fuerzas.”

Lectura

Y Ana oró de esta manera:

«Señor, yo me alegro en ti de corazón
porque tú me das nuevas fuerzas.
Puedo hablar contra mis enemigos
porque tú me has ayudado.
¡Estoy alegre!
¡Nadie es santo como tú, Señor!
¡Nadie protege como tú, Dios nuestro!
¡Nadie hay fuera de ti!
Que nadie hable con orgullo,
que nadie se jacte demasiado,
porque el Señor es el Dios que todo lo sabe,
y él pesa y juzga lo que hace el hombre.
Él destruye los arcos de los poderosos,
y reviste de poder a los débiles;
los que antes tenían de sobra,
ahora se alquilan por un pedazo de pan;
pero los que tenían hambre,
ahora ya no la tienen.
La mujer que no podía tener hijos,
ha dado a luz siete veces;
pero la que tenía muchos hijos,
ahora está completamente marchita.
El Señor quita la vida y la da;
nos hace bajar al sepulcro
y de él nos hace subir.
El Señor nos hace pobres o ricos;
nos hace caer y nos levanta.
Dios levanta del suelo al pobre
y saca del basurero al mendigo,
para sentarlo entre grandes hombres
y hacerle ocupar un lugar de honor;
porque el Señor es el dueño
de las bases de la tierra,
y sobre ellas colocó el mundo.
Él cuida los pasos de sus fieles,
pero los malvados mueren en la oscuridad,
porque nadie triunfa por la fuerza.
10 El Señor hará pedazos a sus enemigos,
y desde el cielo enviará truenos contra ellos.
El Señor juzgará al mundo entero;
dará poder al rey que ha escogido
y hará crecer su poder.»

11 Luego regresó Elcaná a su casa, en Ramá, pero el niño se quedó sirviendo al Señor bajo las órdenes del sacerdote Elí.

Reflexiona

Algunos estudiosos creen que partes de esta oración pueden haber sido tomadas de oraciones aún más antiguas utilizadas para dar gracias después de recibir la ayuda de Dios. La oración celebra el poder de Dios para cambiar las situaciones humanas de malas a buenas y para ayudar a quienes están en necesidad. Según la oración de Ana, ¿cuáles son algunas de las formas en que Dios ayuda a las personas? ¿Hay algún tema que te sorprenda? ¿Te resulta familiar? (La Virgen María adapta el cántico de Ana mil años después en Lucas 1:46–55.) ¿Cuándo has sido testigo de que Dios actúe de maneras similares hoy?

Ora

Señor Dios, llenas mi corazón de alegría. ¡Qué feliz soy por tu presencia en mi vida! Solo tú eres Dios y te doy gracias y te alabo por tu amor y cuidado constantes. Amén.

Lectura para mañana

1 Samuel 3:1–21: el Señor aparece a Samuel.