La Palabra de Dios que guía: esperanza
Introducción
Isaías 54:1–17: La lectura para hoy describe el amor del Señor por Israel y su relación con la nación, así como su promesa de reconstruir Jerusalén. Los versículos iniciales afirman que Jerusalén volverá a estar llena del pueblo de Dios, y que sus descendientes ocuparán aún más tierra.
Versículo clave para hoy: Isaías 54:5b
Tu redentor es el Dios Santo de Israel, el Dios de toda la tierra.
Lectura para hoy
54 Da gritos de alegría, mujer estéril y sin hijos;
estalla en cantos de gozo,
tú que nunca has dado a luz,
porque el Señor dice:
«La mujer abandonada tendrá más hijos
que la mujer que tiene esposo.»
2 Agranda tu tienda de campaña,
extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives;
alarga las cuerdas, clava bien las estacas,
3 porque te vas a extender a derecha e izquierda;
tus descendientes conquistarán muchas naciones
y poblarán las ciudades ahora desiertas.
4 No tengas miedo, no quedarás en ridículo;
no te insultarán ni tendrás de qué avergonzarte.
Olvidarás la vergüenza de tu juventud
y no te acordarás más de la deshonra de tu viudez,
5 porque tu creador te tomará por esposa.
Su nombre es Señor todopoderoso;
tu redentor es el Dios Santo de Israel,
el Dios de toda la tierra.
6 Eras como una esposa joven
abandonada y afligida,
pero tu Dios te ha vuelto a llamar y te dice:
7 «Por un corto instante te abandoné,
pero con bondad inmensa te volveré a unir conmigo.
8 En un arranque de enojo, por un momento, me oculté de ti,
pero con amor eterno te tuve compasión.»
Lo dice el Señor, tu redentor.
9 «Así como juré a Noé, cuando el diluvio,
no volver a inundar la tierra,
así juro ahora
no volver a enojarme contigo
ni volver a amenazarte.
10 Aunque las montañas cambien de lugar
y los cerros se vengan abajo,
mi amor por ti no cambiará
ni se vendrá abajo mi alianza de paz.»
Lo dice el Señor, que se compadece de ti.
11 «¡Desdichada ciudad, azotada por la tempestad,
sin nadie que te consuele!
Yo pondré tus piedras sobre azabache
y tus cimientos sobre zafiro;
12 de rubíes haré tus torres
y de berilo tus puertas,
y de piedras preciosas todas tus murallas.
13 Yo instruiré a todos tus hijos;
todos ellos tendrán gran bienestar.
14 La justicia te hará fuerte,
quedarás libre de opresión y miedo,
y el terror no volverá a inquietarte.
15 Si alguien te ataca, no será por causa mía,
pero tú vencerás al que te ataque.
16 »Mira, yo he creado al herrero
que aviva el fuego en las brasas
y hace armas para diversos usos;
yo también he creado al hombre destructor
para que cause ruina;
17 pero nadie ha hecho el arma
que pueda destruirte.
Dejarás callado a todo el que te acuse.
Esto es lo que yo doy a los que me sirven: la victoria.»
El Señor es quien lo afirma.
Reflexiona
¿Qué promesas se dan en la lectura para hoy? Observa las formas en que se describe a Jerusalén e Israel, como una mujer estéril, una joven esposa abandonada, una viuda (versículos 1, 4, 6), y cómo se describe a Dios como esposo (versículos 5–6). ¿Qué sugieren estas imágenes sobre la relación de Dios con Israel? Vuelve a leer los versículos 11–12. ¿Cómo se describe a la Jerusalén futura? Sería bueno que compares estos versículos con Apocalipsis 21:18–21, que describe la Jerusalén celestial de manera similar. ¿Qué te enseña la lectura para hoy sobre Dios?
Ora
Dios santo, canto y grito de alegría por tu fidelidad, y confío en tus promesas y en tu amor eterno. Amén.
Lectura para mañana
Isaías 56:1–8: El pueblo de Dios incluirá a todas las naciones.