La salvadora Palabra de Dios: Aliento
Introducción
Isaías 51:1-16: La lectura de hoy resalta a Abraham y Sara, antepasados de Israel, quienes obedecieron al Señor cuando se les dijo que dejaran su tierra natal y fueran a Canaán (Génesis 12:1-5). Isaías señala su acción como un ejemplo de obediencia al Señor. Se ofrecen palabras de consuelo y esperanza, junto con la garantía de la liberación y victoria del Señor.
Lectura para hoy
Palabras de consuelo a Jerusalén
51 Óiganme todos los que quieren vivir con rectitud
y me buscan —dice el Señor.
Miren la roca de donde fueron cortados,
la cantera de donde fueron sacados;
2 miren a Abraham, su padre,
y a Sara, la que les dio la vida.
Cuando yo lo llamé, era uno solo,
pero lo bendije y le di muchos descendientes.
3 Yo seré bondadoso con Sión,
la ciudad que estaba toda en ruinas.
Convertiré las tierras secas del desierto en un jardín,
como el jardín que el Señor plantó en Edén.
Allí habrá felicidad y alegría,
cantos de alabanza y son de música.
4 «Pueblos, préstenme atención,
escúchenme, naciones:
yo publicaré mi enseñanza
y mis mandamientos alumbrarán a los pueblos.
5 Mi victoria está cercana,
mi acción salvadora está en camino;
con mi poder gobernaré a los pueblos.
Los países del mar esperarán en mí
y confiarán en mi poder.
6 »Levanten los ojos al cielo,
y miren abajo, a la tierra:
el cielo se desvanecerá como el humo,
la tierra se gastará como un vestido
y sus habitantes morirán como mosquitos.
Pero mi salvación será eterna,
mi victoria no tendrá fin.
7 »Escúchenme, ustedes que saben lo que es justo,
pueblo que toma en serio mi enseñanza.
No teman las injurias de los hombres,
no se dejen deprimir por sus insultos,
8 porque perecerán como un vestido apolillado,
como lana roída por gusanos.
Pero mi victoria será eterna,
mi salvación durará por siempre.»
9 Despierta, despierta, brazo del Señor,
ármate de fuerza;
despierta como lo hiciste en el pasado,
en tiempos muy lejanos.
Tú despedazaste a Rahab, el monstruo marino;
10 secaste el mar,
el agua del profundo abismo,
y convertiste el fondo del mar en camino
para que pasaran los libertados.
11 Así también regresarán los rescatados por el Señor,
y entrarán en Sión dando gritos de alegría;
sus rostros estarán siempre alegres;
encontrarán felicidad y dicha,
y el dolor y el llanto desaparecerán.
12 «Yo, yo mismo, te doy ánimo.
¿A quién tienes miedo? ¿A los hombres?
¿A los hombres mortales, que no son más que hierba?
13 ¿Vas a olvidarte del Señor, tu creador,
que extendió el cielo y afirmó la tierra?
¿Vas a temblar continuamente, a todas horas,
por la furia de los opresores,
que están listos para destruirte?
Pero, ¿dónde está esa furia?
14 El que sufría la opresión,
pronto quedará libre;
no morirá en el calabozo
ni le faltará su pan.
15 »Yo soy el Señor tu Dios,
mi nombre es Señor todopoderoso;
yo agité el mar
y rugieron las olas,
16 extendí el cielo
y afirmé la tierra.
Yo puse en tu boca mis palabras
y te protegí al amparo de mi mano.
Yo dije a Sión: “Tú eres mi pueblo.”»
Texto clave para hoy: Isaías 51:12a
[El Señor dice:] “Yo, yo mismo, te doy ánimo”.
Reflexiona
¿Qué versículos hablan de la liberación y la victoria del Señor? ¿Qué versículos hablan de las promesas de Dios? ¿Qué versículos recuerdan al pueblo que Dios es el creador de los cielos y la tierra? Vuelve a leer los versículos 9-11. ¿Por qué oran las personas? ¿Cómo responde el Señor (versículos 12-16)?
Ora
Dios poderoso, me fortaleces día a día mientras me nutres con tu Palabra que da vida. Te agradezco y te alabo por tus enseñanzas mientras busco ser obediente a tu voluntad. Amén.
Lectura para mañana
Isaías 52:1-12: Dios rescatará a Jerusalén.