La salvadora Palabra de Dios: renovación espiritual
Introducción
Jonás 1:1-17: Hoy comenzaremos a leer el libro de Jonás, una narrativa que describe las aventuras de un profeta que desobedeció el mandato de Dios. En la lectura de hoy, Dios ordena a Jonás ir a Nínive, la capital de Asiria, el enemigo mortal de Israel, para decir a su pueblo que están condenados. Sin embargo, Jonás desobedece a Dios y se embarca en un barco rumbo a Tarsis. Se desata una tormenta y Jonás es arrojado por la borda y tragado por un gran pez.
Lectura para hoy
Oseas suplica a Israel que vuelva al Señor
14 (2) ¡Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios,
tú que caíste a causa de tu pecado!
2 (3) Vuélvanse al Señor
llevando con ustedes esta oración:
«Perdona toda nuestra maldad
y recibe con benevolencia
las alabanzas que te ofrecemos.
3 (4) Asiria no puede salvarnos,
ni tampoco escaparemos a caballo.
Ya no llamaremos “Dios nuestro”
a nada fabricado por nosotros mismos,
porque solamente en ti, Señor,
el huérfano encuentra compasión.»
El Señor promete nueva vida a Israel
4 (5) Dice e
Jonás huye de Dios
1 El Señor se dirigió a Jonás, hijo de Amitai, y le dijo: 2 «Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia que voy a destruirla, porque hasta mí ha llegado la noticia de su maldad.»
3 Pero Jonás, en lugar de obedecer, trató de huir del Señor, y se fue al puerto de Jope, donde encontró un barco que estaba a punto de salir para Tarsis; entonces compró pasaje y se embarcó para ir allá. 4 Pero el Señor hizo que soplara un viento muy fuerte, y se levantó en alta mar una tempestad tan violenta que parecía que el barco iba a hacerse pedazos. 5 Los marineros estaban llenos de miedo, y cada uno invocaba a su dios. Por fin, para aligerar el barco, echaron toda la carga al mar. Jonás, mientras tanto, había bajado a la bodega del barco, y allí se había quedado profundamente dormido. 6 Entonces el capitán fue a donde estaba Jonás, y le dijo:
—¿Qué haces tú ahí, dormilón? ¡Levántate y clama a tu Dios! Tal vez quiera ocuparse de nosotros y nos ponga a salvo.
7 Entre tanto, los marineros se decían unos a otros:
—Vamos a echar suertes, para ver quién tiene la culpa de esta desgracia.
Echaron, pues, suertes, y Jonás resultó ser el culpable. 8 Entonces le dijeron:
—Dinos por qué nos ha venido esta desgracia. ¿Qué negocio te ha traído aquí? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué raza eres?
9 Jonás les contestó:
—Soy hebreo, y rindo culto al Señor, el Dios del cielo, creador del mar y de la tierra.
10-11 Jonás contó a los marineros que él estaba huyendo del Señor, y ellos, al oírlo y al ver que el mar se agitaba más y más, sintieron mucho miedo y le preguntaron:
—¿Por qué has hecho esto? ¿Qué podemos hacer contigo para que el mar se calme?
12 —Pues échenme al mar, y el mar se calmará —contestó Jonás—. Yo sé bien que soy el culpable de que esta tremenda tempestad se les haya venido encima.
13 Los marineros se pusieron a remar con todas sus fuerzas para acercarse a tierra, pero no lo lograron, porque el mar se embravecía cada vez más. 14 Entonces clamaron al Señor y dijeron: «Señor, no nos dejes morir por culpa de este hombre. Y si es inocente, no nos hagas responsables de su muerte, porque tú, Señor, actúas según tu voluntad.»
15 Dicho esto, echaron a Jonás al mar, y el mar se calmó. 16 Al verlo, los marineros sintieron una profunda reverencia por el Señor, y le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas.
17 (2.1) Entre tanto, el Señor había dispuesto un enorme pez para que se tragara a Jonás. Y Jonás pasó tres días y tres noches dentro del pez.
Texto clave para hoy: Jonás 1:9b
[Jonás dijo:] “Rindo culto al Señor, el Dios del cielo, creador del mar y de la tierra”.
Reflexiona
De todos los lugares a los que Dios pudo haber enviado a Jonás, Nínive podría haber sido el lugar más difícil para que Jonás fuera. ¿Por qué Jonás trató de evitar ir a Nínive? ¿Alguna vez has elegido evitar hacer algo que se te dijo o esperaba que hicieras? En tal caso, ¿qué sucedió como resultado? Cuando se desató una tormenta en el mar, ¿qué hicieron los marineros y qué los llevó a prometer servir al Señor?
Ora
Señor Dios, creador de la tierra y el mar, concédeme un corazón obediente y enséñame tus caminos. Ordena mis pasos en este día para que todo lo que haga y diga esté de acuerdo con tu voluntad. Oro en tu santo nombre. Amén.
Lectura para mañana
Jonás 2:1-10: Jonás ora desde el interior del gran pez.