La Palabra de Dios que guía: oración

Introducción

Nehemías 9:26–38: La lectura para hoy continúa con la oración de confesión del pueblo. Incluye un resumen de la desobediencia del pueblo y su sufrimiento posterior, así como de la misericordia de Dios al enviarles líderes y profetas, y concluye con el pueblo comprometiéndose a obedecer la Ley de Dios.

Lectura para hoy

26 »Pero fueron desobedientes, se rebelaron contra ti y despreciaron tu ley. Mataron además a tus profetas, que los acusaban abiertamente y les decían que se volvieran a ti, y te ofendieron grandemente. 27 Por eso los entregaste al poder de sus enemigos, que los oprimieron. Después, estando afligidos, te pidieron ayuda, y tú, por tu gran compasión, los escuchaste desde el cielo; les diste hombres que los libraran del poder de sus opresores.

28 »Sin embargo, en cuanto tenían un poco de paz, volvían a hacer lo malo en tu presencia; por eso los dejaste caer en poder de sus enemigos, los cuales los sometieron. Luego volvían a pedirte ayuda, y tú, lleno de compasión, los escuchabas desde el cielo, librándolos en muchas ocasiones. 29 Les aconsejabas que volvieran a cumplir tus leyes; pero ellos se creían suficientes y no hacían caso de tus mandamientos; violaban tus decretos, que dan vida a quienes los practican; fueron rebeldes y testarudos, y no hicieron caso. 30 Durante muchos años tuviste paciencia con ellos y les hiciste advertencias por medio de tu espíritu y de tus profetas; pero no hicieron caso, y por eso los entregaste al dominio de las naciones de la tierra. 31 Sin embargo, por tu gran compasión no los destruiste del todo ni los abandonaste; porque tú eres un Dios tierno y compasivo.

32 »Por lo tanto, Dios nuestro, Dios grande, poderoso y terrible, que mantienes tu alianza y tu gran amor, no tengas en poco todas las calamidades que han ocurrido a nuestros reyes, jefes, sacerdotes y profetas, y a nuestros antepasados, y a todo el pueblo, desde el tiempo de los reyes de Asiria hasta el presente. 33 No obstante, tú estás limpio de culpa en todo lo que nos ha sucedido; pues tú has actuado con fidelidad, en tanto que nosotros hemos hecho lo malo. 34 Ni nuestros reyes, jefes y sacerdotes, ni nuestros antepasados, cumplieron tu ley ni hicieron caso de tus mandamientos y de las advertencias que les hiciste. 35 Por el contrario, en su reino, y a pesar de los muchos bienes que les diste y del grande y fértil país que les entregaste, no te rindieron culto ni abandonaron sus malas acciones.

36 »Míranos hoy, convertidos en esclavos precisamente en el país que diste a nuestros antepasados para que se alimentaran de sus productos y bienes. 37 Lo que se produce en abundancia es para los reyes que, por causa de nuestros pecados, has puesto sobre nosotros. Nosotros y nuestros ganados estamos sujetos a sus caprichos. Por eso estamos tan afligidos.»

38 (10.1) Por todo esto, nosotros nos comprometemos firmemente por escrito, y el documento sellado lo firman nuestros jefes, levitas y sacerdotes.

Versículo clave de hoy: Nehemías 9:31b, 32a

¡Eres un Dios tierno y compasivo! ¡Dios nuestro, grande y poderoso!

Reflexiona

¿De qué maneras el pueblo fue rebelde y desobediente? ¿De qué maneras Dios fue misericordioso? ¿De qué maneras has experimentado la misericordia de Dios?

Ora

Señor Dios, ¡cuán grande eres! Estás lleno de gracia y misericordia. Cumples fielmente tus promesas de pacto. Guía mis pasos hoy, y que mis palabras y acciones estén de acuerdo con tu voluntad. Amén.

Lectura para mañana

Nehemías 10:28–39: El pueblo de Israel promete vivir de acuerdo a la Ley de Dios.